Historia

Chile prehispánico

Los restos arqueológicos más antiguos de Chile han sido ubicados en Monte Verde,​ Región de Los Lagos, circa 12 800 a. C.,​ a finales del Paleolítico Superior, convirtiéndolo en el primer asentamiento humano conocido en América.​ En este periodo descolló la cultura Chinchorro, desarrollada en el norte del país entre 5000 y 1700 a. C.,​ la primera del mundo en momificar artificialmente a sus muertos.​

La población de Chile prehispánico aumentó de algunos miles de paleoindios en el VII milenio a. C. a 1 200 000 indígenas en el siglo XVI.​ Entonces, el actual país estaba habitado por diversas culturas aborígenes ubicadas en franjas longitudinales, que incluso cruzaban la cordillera de los Andes y llegaban al océano Atlántico.

En el norte del país, los aimaras, atacameños y diaguitas establecieron a partir del siglo XI culturas agrícolas fuertemente influidas por el Imperio incaico; desde fines del siglo XV, dicho imperio dominó la mitad norte del actual Chile hasta el río Maule​ y estableció dos wamanis o provincias: «Coquimbo» y «Chile».​ En las costas de las zonas norte y central, habitó el pueblo chango. Al sur del río Aconcagua, se establecieron los distintos grupos mapuches, agricultores y ganaderos, que son el principal grupo aborigen del país. En los canales australes, habitaron los nómadas canoeros chonos, kawésqar y yaganes; y en la estepa patagónica, los nómadas terrestres aónikenk y selknam.​​ En la isla de Pascua, se desarrolló la cultura polinésica rapanui que casi se extinguió a mediados del siglo XIX.​​

Dominio español

En noviembre de 1520, Fernando de Magallanes fue el primer explorador europeo en reconocer el actual territorio chileno al recorrer el estrecho que lleva su apellido.​

En 1535 los conquistadores españoles intentaron hacerse con las tierras del «valle de Chile» tras conquistar el Imperio inca. La primera expedición, liderada por Diego de Almagro, fracasó.​ Pedro de Valdivia intentó nuevamente conquistar las tierras al sur del continente, atravesando el desierto de Atacama en 1540. Valdivia fundó varios asentamientos​ —el primero y principal, el 12 de febrero de 1541, Santiago de Nueva Extremadura—.​ Posteriormente, Valdivia inició una campaña militar hacia los territorios más al sur, donde murió tras una emboscada tendida por el toqui Lautaro,​ iniciando la Guerra de Arauco al enfrentarse a las tribus mapuches. Este enfrentamiento bélico, cuya primera fase Alonso de Ercilla relató en La Araucana (1569), se extendió a lo largo de tres siglos, aunque con distintos periodos de paz gracias a la realización de «parlamentos» —como el de Quilín,​ que estableció un límite entre el gobierno colonial y las tribus indígenas a lo largo del río Biobío en 1641, dando nombre a la zona conocida como La Frontera—.​

La Capitanía General de Chile, inicialmente llamada «Nueva Extremadura»​​ y después «Reino de Chile»,​​​​ fue una de las posesiones más australes del Imperio español. Debido a su posición alejada de los grandes centros y rutas comerciales imperiales y al conflicto con los mapuches, Chile fue una provincia pobre perteneciente al rico Virreinato del Perú, cuya economía estaba destinada a sustentar a dicho virreinato con materias primas —cuero, sebo y trigo​​— y a los pocos españoles del territorio chileno.

Formación de la república

El proceso de emancipación de Chile comenzó con el establecimiento de la Primera Junta de Gobierno, el 18 de septiembre de 1810, tras la detención del rey Fernando VII en España por Napoleón I.​ Se inició así el periodo conocido como Patria Vieja, que se prolongó hasta la batalla de Rancagua en 1814, cuando las tropas del Ejército Realista en América reconquistaron el territorio.​ Las tropas independentistas, refugiadas en Mendoza, formaron junto con las tropas rioplatenses el Ejército de los Andes, comandado por el general José de San Martín, que liberó definitivamente Chile tras la batalla de Chacabuco en 1817. La Independencia de Chile se declaró el 12 de febrero de 1818,​ bajo el gobierno del director supremo Bernardo O'Higgins.​

O'Higgins inició un periodo de reformas que provocó el descontento de gran parte de la oligarquía, lo que causó su abdicación en 1823.​ Ese mismo año, mediante la Constitución,​ se abolió la esclavitud en Chile.​ Durante los siete años siguientes, una serie de procesos buscó organizar el nuevo país. Tras varios intentos constitucionales y el triunfo conservador en la Revolución de 1829, se inició un periodo de estabilidad con la llamada República Conservadora, cuyo máximo referente fue el ministro Diego Portales, quien sentó las bases de la organización del país con la Constitución de 1833.​

Chile comenzó a expandir su territorio y a establecer sus fronteras. Mediante la conquista de Chiloé y el tratado de Tantauco, el archipiélago de Chiloé se incorporó en 1826.​ La economía tuvo un gran auge debido al descubrimiento del mineral de plata de Chañarcillo y al creciente comercio del puerto de Valparaíso,​ lo que llevó a un conflicto por la supremacía marítima en el Pacífico Sur con Perú. La formación de la Confederación Perú-Boliviana fue considerada una amenaza para la estabilidad del país y Portales declaró la guerra, que terminó con la victoria del Ejército Unido Restaurador en 1839 y la disolución de la Confederación.​ Al mismo tiempo, se intentó afianzar la soberanía en el sur de Chile, intensificando la penetración en La Araucanía y la colonización de Llanquihue con inmigrantes alemanes.​ Por medio de la fundación del fuerte Bulnes, la región de Magallanes se incorporó en 1843,​ mientras que las zonas de Antofagasta, entonces territorio boliviano, y Aysén comenzaron a poblarse.

Luego de treinta años de gobierno conservador y tras la llamada «cuestión del sacristán», en 1861 se inició un periodo de dominio del partido Liberal, caracterizado por la riqueza económica obtenida de la explotación minera del salitre en la zona de Antofagasta, lo que provocó diferencias limítrofes con Bolivia, país que reclamaba dicho territorio como suyo.

Entre 1865 y 1866, Chile estuvo en guerra contra España. En 1871 se logró un armisticio y en 1883 se firmó el Tratado de Paz y Amistad entre ambas naciones.​

Aunque Chile y Bolivia habían firmado tratados de límites en 1866 y 1874, no lograron resolver sus disputas. El 14 de febrero de 1879, se efectuó el desembarco chileno en Antofagasta, iniciando las acciones militares contra Bolivia. En 1873 se había suscrito el tratado de Alianza Defensiva Perú–Bolivia,​ por lo que Chile declaró la guerra a ambos el 5 de abril de 1879, iniciando formalmente la Guerra del Pacífico, la mayor en la historia del país,​ que finalizó en 1884 con la victoria de Chile, la firma del tratado de Ancón con Perú y el pacto de Tregua con Bolivia.​​ Tras el conflicto, Chile obtuvo el dominio sobre el departamento boliviano del Litoral y las provincias peruanas de Tarapacá, Arica y Tacna, esta última hasta 1929, y resolvió la mayoría de sus asuntos limítrofes con Argentina en la Patagonia en 1881 y la Puna de Atacama en 1898.​ Entre 1861 y 1883 llevó a cabo la Ocupación de la Araucanía​ y en 1888 incorporó la isla de Pascua.​

Siglo XX

En 1891 el conflicto entre el presidente José Manuel Balmaceda y el Congreso Nacional desencadenó una guerra civil,​ donde los congresistas triunfaron e implantaron la República Parlamentaria.​ Pese al auge económico, el periodo se caracterizó por una inestabilidad política y el inicio del movimiento proletario de la llamada «cuestión social», provocada por una desigual distribución de la riqueza y diversos problemas que afectaban al mundo popular.​​

Tras años de dominio de la oligarquía, fue electo Arturo Alessandri, quien se transformó en un puente provisorio entre la «canalla dorada» y la «querida chusma», como denominaba respectivamente a la élite y a las masas populares, que se encontraban cada vez más agitadas.​​ La crisis se agudizó y llevó a la renuncia de Alessandri en dos oportunidades. Pese a ello, logró promulgar la Constitución de 1925, que originó la República Presidencial.​

Carlos Ibáñez del Campo fue electo en 1927 con gran respaldo popular, pero los estragos de la Primera Guerra Mundial, en la que el país se declaró neutral, la mala política económica en el uso de los recursos y la Gran Depresión acabaron con la riqueza creada por la extracción del salitre, produciendo una fuerte crisis económica.​ En menos de tres años el PIB cayó a menos de la mitad y el país fue considerado el más afectado por la crisis mundial.​ Ibáñez renunció en 1931 y la inestabilidad política aumentó tras un golpe de Estado que originó la breve República Socialista de Chile, antes de que Alessandri reasumiera el poder y recuperara la economía, lo que no aplacó la tensión entre los partidos políticos. La crisis política también era social; nuevos actores sociales exigían modificaciones a la manera de pensar el país.​

En ese escenario, Pedro Aguirre Cerda fue electo presidente en 1938 por una alianza opuesta a los tradicionales gobiernos de la élite chilena, iniciando el periodo de gobiernos del partido Radical. Su mandato realizó diversos cambios, principalmente en el área económica, promoviendo la industrialización chilena mediante la Corfo, creada junto con la Corporación de Reconstrucción y Auxilio​ tras el terremoto de Chillán de 1939, el más mortífero en la historia de Chile.​​ Además, su gobierno puso mayor atención a los problemas sociales y estableció la reclamación sobre el Territorio Chileno Antártico.​

Su sucesor, Juan Antonio Ríos, se enfrentó a la oposición y a las presiones de Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial para declarar la guerra al Eje, con el que rompió relaciones diplomáticas en 1943. En 1945, Chile declaró la guerra a Japón​ y fue uno de los cincuenta y un Estados fundadores de la ONU.​

Tras ser apoyado por el partido Comunista, el radical Gabriel González Videla fue electo presidente en 1946.​ Sin embargo, al inicio de la Guerra Fría, el alineamiento del país a las potencias occidentales motivó la proscripción del comunismo a través de la llamada «Ley Maldita» en 1948.​​

En 1952, Carlos Ibáñez del Campo fue nuevamente electo presidente,​ precedido de una profunda desafección ciudadana a los partidos políticos y la participación, por primera vez, de las mujeres en elecciones presidenciales.​ El apoyo popular se dispersó con el correr de su mandato tras dificultades en la implementación de un programa de gobierno adscrito al nacionalismo populista.​

Tensiones políticas

En 1958 fue electo el independiente de derecha Jorge Alessandri con el 31,6 %, siendo ratificado por el Congreso pleno.​ Su gobierno enfrentó el caos producido por el terremoto de Valdivia de 1960, el mayor registrado en la historia de la humanidad,​​ lo que no impidió la realización de la Copa Mundial de Fútbol de 1962.​ En este periodo se inició la reforma agraria,​ se creó el Indap, Chile ingresó a la Alalc —hoy Aladi—, y se estableció el sistema político de los «tres tercios» —compuesto por la derecha, la Democracia Cristiana y el izquierdista Frente de Acción Popular—.

Temiendo una victoria del Frente de Acción Popular, la derecha apoyó al demócrata cristiano Eduardo Frei Montalva, quien fue electo en 1964. Pese a que intentó realizar su programa de gobierno llamado «Revolución en libertad»,​ a través de la expansión de la reforma agraria​​ y la chilenización del cobre,​​ la ascendente tensión política produjo una serie de enfrentamientos a fines de su mandato.

Con el apoyo de la Unidad Popular, Salvador Allende fue electo en 1970 con el 36,3 % de los votos, siendo ratificado por el Congreso pleno.​ Su gobierno enfrentó problemas económicos externos, como la crisis mundial 1972-1973, una errática política económica y la fuerte oposición del resto del espectro político y del gobierno estadounidense de Richard Nixon.​ El cobre fue nacionalizado en 1971,​ pero esto no impidió que el país cayera en una crisis económica y que la hiperinflación llegara a cifras de alrededor del 600 y 800 %.​​

Los enfrentamientos callejeros entre opositores y adherentes de la Unidad Popular se hicieron frecuentes y alcanzaron altos niveles de violencia. Allende, quien creía en una revolución democrática, perdió el apoyo del Partido Socialista, que creía en la legitimidad de un levantamiento popular armado para retener el poder. Finalmente, el 11 de septiembre de 1973 se produjo un golpe de Estado que acabó con el gobierno de Allende, quien se suicidó tras el bombardeo al Palacio de La Moneda.​

Tras el golpe de Estado, se instauró una dictadura militar encabezada por Augusto Pinochet, comandante en jefe del Ejército. En este periodo se estableció la represión política contra la oposición y se produjeron diversas violaciones a los derechos humanos​​ —hubo más de 1000 detenidos desaparecidos, 3000 asesinados,​ más de 35 000 torturados​ y alrededor de 200 000 exiliados—. En el ámbito económico, Pinochet dirigió una reestructuración del Estado ideada por los llamados Chicago Boys, quienes iniciaron una serie de reformas neoliberales en 1975 que, tras una de las peores caídas en el PIB desde 1929 en -12,9 % para ese año y del ingreso nacional bruto disponible en -23,9 %, aumentó el crecimiento económico a una tasa promedio anual del 7,3 % entre 1976 y 1981, produciendo el llamado «Milagro de Chile».​

En 1978 Chile y Argentina se enfrentaron en el conflicto del Beagle, por el dominio de las islas Picton, Nueva y Lennox, que estuvo a horas de provocar una guerra entre ambos países, siendo impedido por la mediación del papa Juan Pablo II.​

El periodo de mayor crisis del Régimen Militar coincidió con el cambio de década. En el plebiscito de 1980,​​ cuestionado por diversos organismos internacionales, Pinochet logró la aprobación de una nueva Constitución.​ Sin embargo, la crisis económica de 1982 generó un crecimiento negativo e incrementó el desempleo y la pobreza, lo que originó en 1983 una serie de protestas contra el gobierno y su modelo económico que se extendió hasta el final de su mandato. Durante 1985, tras la reducción del gasto social y la privatización de la mayoría de las empresas estatales —muchas de ellas a un precio inferior al de mercado—,​​​ la economía logró recuperar su crecimiento económico, aunque también amplificó la desigualdad en la distribución del ingreso con niveles de pobreza en torno al 40 %.​

Retorno a la democracia

A fines de los años 1980, Pinochet inició un proceso de retorno a la democracia que culminó con el plebiscito de 1988 y la victoria de la opción No con el 54,71 % de los votos escrutados.​​ Augusto Pinochet dejó el cargo el 11 de marzo de 1990 y asumió Patricio Aylwin como primer presidente del periodo conocido como Transición,​ caracterizado por restaurar el régimen democrático, establecer una nueva política nacional fundada en la unidad, mantener la estructura económica del periodo anterior, reducir de manera importante los niveles de pobreza y reconocer las violaciones a los derechos humanos cometidas durante el Régimen Militar a través del Informe Rettig.​

Su sucesor, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, asumió en 1994.​ Su gobierno se caracterizó por la modificación al sistema procesal penal y por un esplendor económico inicial gracias a la apertura del mercado chileno al exterior, aunque a fines del mandato la crisis financiera asiática azotó al país. Al mismo tiempo, la detención de Pinochet en Londres​ reavivó las diferencias políticas entre sus opositores y adherentes.

Tras unas reñidas elecciones,​ Ricardo Lagos asumió en 2000 como el tercer presidente de la Concertación de Partidos por la Democracia. Pese a los diversos problemas iniciales de su mandato respecto a la economía y acusaciones de corrupción, el gobierno de Lagos se estabilizó y alcanzó importantes logros en la inserción del país en el concierto internacional, incluyendo los tratados de libre comercio con la Unión Europea,​ Estados Unidos​​ y las principales potencias económicas de Asia.​​​ Fue durante este gobierno que se diseñó el Transantiago, el sistema de transporte público urbano que comenzó a operar en 2007 en la ciudad de Santiago, y que en sus comienzos fue catalogado transversalmente como una de las peores políticas públicas de los últimos años,​ aunque luego fue considerado por algunos como uno de los mejores sistemas de transporte del continente.​​

La socialista Michelle Bachelet fue electa presidenta en 2006, convirtiéndose en la primera mujer en alcanzar dicho cargo en la historia del país.​ Su gobierno se caracterizó por un mayor desarrollo a la paridad entre hombres y mujeres, el establecimiento de una red de protección social para los más pobres y el ingreso del país a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos en 2010.​​ Además, se fortaleció la posición fiscal y financiera de Chile que permitirían implementar una serie de estímulos fiscales a comienzos de 2009 para enfrentar la peor crisis financiera mundial desde la Gran Depresión y afrontar posteriormente los efectos del terremoto de 2010.​​​​

Sebastián Piñera, representante de la Coalición por el Cambio, se convirtió en 2010 en el primer centroderechista electo presidente del país tras 52 años.​ Asumió en medio de las secuelas del terremoto de 2010, por lo que su primera acción fue implementar un plan de reconstrucción de las zonas afectadas.​​ Ese mismo año, ocurrió el derrumbe de la mina San José, que dejó atrapados a 33 mineros, quienes fueron liberados en un rescate que fue visto por millones de personas en el mundo.​ La economía del país subió por sobre el 5 % durante todo el periodo y la inflación se redujo al 1,5 % en 2012; el desempleo tuvo una evolución descendente desde el 8,3 % de 2010 hasta el 6,4 % en 2012, recuperando el país sus niveles anteriores a la crisis.​ Su gobierno también afrontó acusaciones sobre manipulación de cifras, especialmente en el ámbito de la caracterización de la pobreza, la inflación y el censo de 2012;​​ además, la posición acreedora neta del gobierno se deterioró principalmente debido a que la deuda bruta del Gobierno Central prácticamente se triplicó.​

Tras las elecciones presidenciales de 2013, Michelle Bachelet fue electa para un segundo periodo presidencial apoyada por las fuerzas de la Nueva Mayoría.​ Su gobierno se ha caracterizado por el impulso de una serie de reformas,​ entre ellas una de las revisiones al sistema tributario más profundas de los últimos 30 años​ e iniciar un gradual proceso de gratuidad en el sistema de educación chileno.​ También, ha enfrentado la aparición de varios casos de presunta corrupción que han sacudido tanto al mundo político como a la élite económica​ y desastres naturales.​​

Source: https://es.wikipedia.org/wiki/Chile