Historia
Primeras Culturas y Edad del Hierro
Entre el siglo XVIII y el siglo II existió en Cerdeña la cultura nurágica. Durante la Edad del Hierro se sucedieron varias culturas que pueden ser diferenciadas en tres grandes núcleos geográficos, la del Lacio Antiguo, la de Magna Grecia y la de Etruria. Una de estas culturas, los ligures, fueron un enigmático pueblo que habitaba en el norte de Italia, Suiza y el sur de Francia (Niza).
Otro pueblo, los etruscos, poseían su núcleo histórico en la Toscana, y tuvieron un origen incierto. Desde la Toscana se extendieron por el sur hacia el Lacio y parte septentrional de la Campania, en donde chocaron con las colonias griegas; hacia el norte de la península itálica ocuparon la zona alrededor del valle del río Po, en la actual región de Lombardía. Hacia el siglo V a. C. comenzó a deteriorarse fuertemente su poderío, en gran medida, al tener que afrontar casi al mismo tiempo las invasiones de los celtas y los ataques de griegos y cartagineses. Hacia el 40 a. C., Etruria (nombre del país de los etruscos) fue conquistada por los romanos y, antes o después, lo fueron el resto de pueblos periféricos.
Antigua Roma
Como Antigua Roma se designa a una sociedad agrícola surgida a mediados del siglo VIII a. C. que se expandió desde la ciudad de Roma y creció durante siglos hasta convertirse en un imperio, que en su época de apogeo, llegó a abarcar desde la península ibérica a Constantinopla, provocando un importante florecimiento cultural en cada lugar en el que gobernó. En un principio, tras su fundación (según la tradición en 753 a. C.) Roma fue una monarquía etrusca. Más tarde (509 a. C.) fue una república romanalatina, y en 27 a. C. se convirtió en un imperio.
Al período de mayor esplendor se le conoce como Paz romana, debido al relativo estado de armonía que prevaleció en las regiones que estaban bajo el dominio romano de Julio César y luego del emperador Augusto cerró las puertas del templo de Jano, que permanecían abiertas en periodos de guerra, cuando creyó haber vencido a cántabros y astures en el año 24 a. C. Se suele aceptar como fecha de inicio de la paz romana el 29 a. C., cuando Augusto declara el fin de las guerras civiles, y su duración hasta la muerte de Marco Aurelio (año 180).
Con el emperador Diocleciano se reorganizó el Imperio, pero tras Constantino I el Grande no volvió a estar unificado puesto que Teodosio I el Grande lo dividió entre sus dos hijos, Arcadio y Flavio Honorio, adjudicándoles a uno el Imperio romano de Oriente —con sede en Constantinopla— y al otro el Imperio romano de Occidente. Las invasiones bárbaras pondrán fin al Imperio Occidental en 476, dando paso a la Edad Media.
Edad Media (ss. V al XIII)
Los ostrogodos eran un grupo de godos que habían sido sojuzgados por los hunos, pero tras su liberación de estos, Teodorico el Grande, con la bendición del emperador romano de Oriente, condujo a su pueblo a Roma en 488. En la península gobernaba el héruloOdoacro tras deponer al último emperador romano de Occidente en 476, pero tras una campaña en el norte de la península, Teodorico tomó la capital, Rávena, matando a Odoacro en 493. En 526 la muerte de Teodorico acabó con la paz, heredando Italia su nieto, Atalarico, que murió sin hijos lo que produjo una crisis que llevó al reino a la desaparición.
Bajo Justiniano I, el Imperio romano de Oriente inició una serie de campañas con el objetivo de reconstruir la unidad mediterránea. La debilidad del reino ostrogodo, y los deseos del Imperio de recobrar la ciudad de Roma convirtieron a Italia en un objetivo. En 535 el general Belisario invadió Sicilia y marchó a través de la península, tomando Nápoles y llegando a Roma en 536. Prosiguió hacia el norte y tomó Mediolanum (Milán) y Rávena en 540, y para el 561 había pacificado la zona.
Entre los diferentes pueblos germánicos que habían abandonado su antigua morada para vivir en mejores tierras, se contaban los lombardos, a los que Justiniano I había dejado asentarse en Panonia, a condición de que defendieran la frontera. La presión de los lombardos sobre el papa hizo que el rey de los francos, Pipino el Breve, realizara entre 756 y 758 repetidas campañas en el norte de Italia. La situación se recrudeció a la muerte de Pipino, pero la reunificación de los francos bajo Carlomagno llevó a una nueva intervención en Italia en 774. Tras una breve batalla, Carlomagno se hizo con el reino de Lombardía, que, manteniendo su autonomía, se integró en el Imperio carolingio. Entre los siglos X y XIII, ciertas repúblicas marítimas gozaron de una prosperidad económica, gracias a su actividad comercial, en un marco de amplia autonomía política. Generalmente, la definición se refiere en especial a cuatro ciudades: Amalfi, Pisa, Génova y Venecia. También otras ciudades del área gozaban de independencia (gobierno autónomo con forma de república oligárquica, moneda, ejército, etc.), habían participado en las Cruzadas, contaban con una flota naval, tenían fundagos, "cónsules de las nationes", que vigilaban los intereses comerciales de sus respectivas ciudades en los puertos mediterráneos, y pueden ser incluidas de pleno derecho entre las repúblicas marítimas. Entre estas, cabría destacar Gaeta, Ancona, y Noli.
Edad Moderna
Durante los siglos XIV y XV, la Italia norte-septentrional estaba compuesto por distintas ciudades estados, siendo el resto de la península ocupado en su mayoría por los Estados Papales y el Reino de Sicilia. La mayoría de las ciudades estados estaban subordinadas a soberanías extranjeras, como el Ducado de Milán, estado constituyente del Sacro Imperio Romano Germánico, más la mayoría mantenían la independencia de facto de estas soberanías extranjeras, que habían ocupado la mayoría de la península desde la Caída del Imperio romano de Occidente. Las más fuertes entre estas ciudades-estados gradualmente absorbieron los territorios que los rodeaban, dando a lugar a las Signoria, estados regionales dirigidos por familias mercantes que fundaban dinastías locales. La guerra entre estas ciudades-estado era habitual y principalmente llevada a cabo por bandas de mercenarios conocidos como condotieros dirigidos por capitanes italianos. Décadas de enfrentamientos dejaron como potencias regionales a Florencia, Milán y Venecia, quienes firmaron el Tratado de Lodi en 1454, que llevó a la paz en la región por primera vez en siglos. La paz duraría por los siguientes cuarenta años.
El Renacimiento europeo, un periodo de reavivamiento de las artes y ciencias, originado en Italia gracias a varios factores, como la gran riqueza acumulada por las ciudades, el mecenazgo de las familias dominantes como los Medici en Florencia, la migración de los estudiosos griegos debido a la conquista de Constantinopla por parte del Imperio otomano. El renacimiento terminó a mediados del siglo XVI debido a las desastrosas guerras italianas. Las ideas e ideales del renacimiento se esparcieron por la Europa Nórdica, Francia, Inglaterra y el resto de Europa.
Durante Guerras Italianas (1494-1559) provocadas por la rivalidad entre Francia y España, las ciudades-estado gradualmente perdieron su independencia y estuvieron bajo la dominación extranjera, primero bajo España (1559-1713) y después Austria (1713-1796). Entre 1629-1631 una nueva plaga aniquilo el 14 % de la población. La decadencia del Imperio Español en el siglo XVII se llevó consigo a Nápoles, Sicilia, Cerdeña y Milán. En particular, el sur de Italia se vio excluido del escenario europeo. En el siglo XVIII, debido a la Guerra de Sucesión Española, Austria reemplazo a España como la principal potencia extranjera. Durante las Guerras Napoleónicas, el norte de Italia fue invadido y reorganizado como el Reino de Italia, un estado títere del Imperio Francés, mientras que el sur fue gobernado por Joaquín Murat, cuñado de Napoleón, coronado como rey de Nápoles. En 1814 el Congreso de Viena restauró la situación del siglo XVIII, más los ideales de la Revolución Francesa no podrían ser erradicados.
Unificación y Reino
El nacimiento del Reino de Italia fue gracias a los esfuerzos unidos de los nacionalistas y monárquicos leales a la casa de Saboya, para establecer un estado unificado en la península itálica. En el contexto de las revoluciones liberales de 1848 a través de Europa, se produjo una infructuosa guerra contra Austria. El Reino de Cerdeña atacó nuevamente a Austria en la Segunda Guerra Italiana de Independencia en 1859, con la ayuda de Francia, resultando en la liberación de Lombardía.
En 1860-61, el general Giuseppe Garibaldi llevó a cabo la unificación en Nápoles y Sicilia, haciendo que el Conde de Cavour declarara un reino unificado el 17 de marzo de 1861. En 1866, Víctor Manuel II se alió con Prusia durante la Guerra Austro-Prusiana, en la Tercera Guerra Italiana de Independencia que permitió la anexión de Venecia. Finalmente, después de la Guerra Franco-Prusiana de 1870, Francia abandono sus intereses en Roma, lo cual permitió la captura de Roma y el fin de los Estados Pontificios.
El Estatuto Albertino de 1848 se extendió a todo el Reino de Italia en 1871, proveyéndole de libertades básicas, aunque las leyes electorales excluían a las personas sin propiedades y los no educados. El nuevo gobierno del reino era una monarquía parlamentaria constitucional, dominada por las fuerzas liberales. El sufragio universal masculino fue adoptado en 1913. Mientras el norte se industrializaba rápidamente, el sur y las zonas rurales del norte permanecieron subdesarrolladas y sobrepobladas, forzando a millones de personas a migrar. El Partido Socialista Italiano se fortalecía y desafiaba a los tradicionales partidos liberales y conservadores. Desde finales del siglo XIX, Italia se convirtió en una fuerza colonial, con colonias en Somalia, Eritrea, Libia y el Dodecaneso.
Italia, aliada de los imperios alemán y austrohúngaro en la Triple Alianza, en 1915 se unió a las fuerzas aliadas en la Primera Guerra Mundial, con la promesa de extender su territorio, con los terrenos de Carniola Interior, el litoral austriaco y Dalmacia. El ejército italiano quedó inicialmente estancado en una guerra de trincheras en los Alpes. En octubre de 1918, los italianos lanzaron una feroz ofensiva que culminó en victoria en la batalla de Vittorio Veneto. La victoria aseguró el final de la guerra en el frente italiano. Dos semanas después acababa el conflicto.
Durante la guerra, murieron 650 000 soldados y muchos civiles, llevando a la quiebra al reino. Los tratados de Saint Germain, Rapallo y Roma, concedieron la mayoría de los territorios reclamados, más no la costa dálmata, lo que hizo que varios grupos nacionalistas definieran la victoria como ''mutilada''. Más adelante, tras la creación del Estado Libre de Fiume por el poeta Gabriele D'Annunzio, también Fiume fue anexionada.
Dictadura Fascista
Las agitaciones socialistas que siguieron a la Primera Guerra Mundial, inspiradas por la Revolución Rusa, llevaron a una contrarrevolución y represión. Debido al temor de una revolución, el pequeño Partido Nacional Fascista, liderado por Benito Mussolini, se convirtió en una importante fuerza política. En octubre de 1922, las camisas negras del PNF, llevaron a cabo un intento de golpe de estado (la Marcha sobre Roma), que fracaso en último instante, más el rey Víctor Manuel III rehusó declarar el estado de sitio y convirtió a Mussolini en primer ministro. En los siguientes años, Mussolini eliminó todos los partidos políticos y libertades personales, estableciéndose una dictadura fascista. Estas acciones inspiraron el surgimiento de otras en Europa, como la Alemania nazi o la España franquista.
En 1935 se invadió Etiopía en la Segunda guerra ítalo-etíope, llevando a la salida del país de la Sociedad de las Naciones. Italia se alió con la Alemania nazi, el Imperio del Japón y apoyo a Francisco Franco en la Guerra Civil Española. En 1939 se anexó Albania, protectorado de facto durante décadas. Italia entró en la Segunda Guerra Mundial el 10 de junio de 1940. Después de haber avanzado inicialmente en la Somalia Británica y Egipto, fueron derrotados en el Norte de África, Grecia y la Unión Soviética.
Después del ataque sobre Yugoslavia de la Alemania nazi e Italia, la fuerte presión sobre la resistencia partisana y los intentos de italianización de la población resultaron en los crímenes de guerra italianos y en la deportación de 25 000 personas a los campos de concentración. Cerca de 250 000 italianos y eslavos anti-comunistas abandonaron el país en el éxodo istriano.
La invasión aliada de Sicilia comenzó en julio de 1943, lo cual llevó al colapso del régimen el 25 de julio. El 8 de septiembre se rindió en el Armisticio entre Italia y las fuerzas armadas aliadas. Rápidamente los alemanes tomaron el poder sobre el centro y sur del territorio. El país se mantuvo como un campo de batalla el resto de la guerra, mientras los aliados avanzaban lentamente fuera del sur.
Para contrarrestar el avance aliado se creó la República Social Italiana, un estado títere nazi, con Mussolini a su cabeza. Los paisanos organizaron un movimiento de resistencia contra el nazismo y el fascismo. Las hostilidades acabaron el 29 de abril de 1945, cuando la resistencia derrotó a los nazis, obligándolos a abandonar el país. Mussolini fue fusilado. Casi un millón de italianos (incluyendo civiles) murieron en la guerra y la economía nacional estaba totalmente destruida.
República
Italia se convirtió en república después de un plebiscito realizado el 2 de junio de 1946. En esta oportunidad por primera vez las mujeres pudieron votar. Humberto II fue forzado a la abdicación y el exilio. La Constitución Republicana fue aprobada el 1 de enero de 1948. Se perdió la mayoría de la Venecia Julia con Yugoslavia y el Territorio libre de Trieste se dividió entre los dos estados. Se perdieron todas las posesiones coloniales, acabando con el Imperio Italiano.
El miedo al triunfo del comunismo en el país fue crucial en la primera elección del país, en abril de 1948, la cual dio la victoria a la Democracia Cristiana, bajo el liderazgo de Alcide De Gásperi. Consecuentemente, en 1949, Italia se unió a la OTAN. El Plan Marshall ayudó a revivir a la economía nacional, la cual hasta finales de la década de 1960, vivió una época de auge, conocida como el milagro económico. En 1957 fue un miembro fundador de la Comunidad Económica Europea (CEE), que en 1993, se convirtió en la Unión Europea (UE).
Desde finales de los años 1960 hasta los finales de los años 1980, se vivieron los años de plomo (anni di piombo), caracterizados por la crisis económica (especialmente en la crisis del petróleo de 1973), conflictos sociales y ataques terroristas por grupos de extrema oposición, debidos a la guerra fría y la intromisión de las inteligencias norteamericanas y soviéticas. La época culmino con el asesinato del líder democratacristiano Aldo Moro en 1978 y la masacre de la estación de tren Bologna en 1980, dejando 85 muertos.
En los años 1980, se rompió la hegemonía de la Democracia Cristiana, con un gobierno liberal (Giovanni Spadolini en 1981) y otro socialista (Bettino Craxi en 1983), pero la Democracia Cristiana siguió siendo el principal partido. Durante el gobierno de Craxi la economía se recuperó, llegando a ser la quinta nación más industrializada, siendo parte del G7. Pero, debido a los gastos del gobierno, la deuda se disparó, llegando al 100 % del PIB.
Las elecciones de 1992 se caracterizaron por el fracaso de los grandes partidos, producto de la parálisis política, la excesiva deuda y la corrupción del sistema electoral, desvelada por la investigación Manos Limpias, requiriéndose cambios radicales. Los escándalos envolvían a la mayoría de los partidos, pero especialmente en el partido gobernante: la Democracia Cristiana, que gobernaban desde hace más de 50 años, sufrieron una fuerte crisis y se desintegraron entre varias facciones. Los comunistas se reorganizaron como una fuerza socialdemócrata. En 1993 se sucedieron distintas dimisiones, entre ellas las del actual Primer Ministro y y Bettino Craxi. Durante los años 1990 y 2000, la centro-derecha (liderada por el magnate de los medios Silvio Berlusconi) y las coaliciones de centro-izquierda (lideradas por el profesor universitario Romano Prodi) se alternaron el gobierno del país.
En el 2008 el país fue víctima de la recesión. Hasta el 2015, sufrió 42 meses de recesión económica. La crisis económica fue uno de los principales factores que hicieron que Berlusconi renunciara en 2011. El conservador gobierno del primer ministro fue reemplazado por el gabinete tecnócrata de Mario Monti. En la elección general de 2013, el secretario general del Partido Democrático Enrico Letta formó un nuevo gobierno a la cabeza de la Gran Coalición. En 2014, desafiado por el nuevo secretario del PD, Matteo Renzi, renunció y fue reemplazado por Renzi. Este emprendió importantes reformas constitucionales como la abolición del senado y una nueva ley electoral.
Gobierno y política
La política se basa en un sistema republicano parlamentarista con democracia representativa desde el 2 de junio de 1946, cuando la monarquía fue abolida por referéndum popular. El poder ejecutivo está a cargo del Consejo de ministros que están liderados por el jefe de gobierno (Presidente del Consiglio dei Ministri), informalmente llamado primer ministro, uno de los cinco cargos más importantes del país junto a los de presidente de la República, presidente del Senado de la República, presidente de la Cámara de diputados y presidente de la Corte constitucional. El poder legislativo está a cargo del Parlamento y del Consejo de ministros. El poder judicial es independiente del ejecutivo y el legislativo. Además, es un sistema multipartidista. En el sur de la península y en la isla de Sicilia, la mafia tiene tanto o más poder que el Estado, llegando a controlar periódicos, jueces y policías. En 1992, el asesinato de Giovanni Falcone, un magistrado que investigaba el crimen organizado, y la subsecuente campaña de "mani pulite" que se desató conmocionaron a las instituciones italianas, pero tras años de intensas investigaciones, ha habido pocos resultados. Silvio Berlusconi, ex primer ministro, siempre ha sido sospechoso de corrupción, y, sin embargo fue elegido en tres ocasiones para su cargo. Dimitió el 12 de noviembre de 2011 debido a la grave situación económica.
Relaciones exteriores
Fue miembro fundador de la Comunidad Europea, ahora Unión Europea. Fue admitida en la Organización de las Naciones Unidas en 1955, y es asimismo miembro de la OTAN, del GATT, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa y del Consejo de Europa. Desplegó tropas de apoyo en misiones de pacificación de las Naciones Unidas en Somalia, Mozambique y Timor Oriental, y apoyó a la OTAN y a las Naciones Unidas en Bosnia, Kosovo y Albania. Retiró su contingente militar de aproximadamente 3200 soldados de Irak, en noviembre de 2006, manteniendo a trabajadores humanitarios. En agosto de 2006 envió aproximadamente a 2450 soldados como Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano, en misión pacificadora.
Fuerzas armadas
Las Fuerzas Armadas de Italia están formadas por el Ejército, la Marina, la Aeronáutica y el Arma de Carabineros, todos bajo el Consejo Supremo de Defensa presidido por el Presidente de la República Italiana. Desde el año 2005, en el país el servicio militar es enteramente voluntario. En el año 2010, las fuerzas armadas italianas tenían un personal de 293 202 efectivos, de los cuales 114 778 eran carabineros. Ese mismo año, el presupuesto militar de Italia fue el décimo más alto del mundo, equivalente al 1,7 % del PIB de la nación. Como miembro de la estrategia de reparto nuclear de la OTAN, el país transalpino custodia noventa armas nucleares estadounidenses, que están almacenadas en las bases aéreas de Ghedi y Aviano.
El Ejército italiano es la fuerza militar terrestre, compuesta en el año 2012 por 105 062 efectivos. Sus materiales de combate principales son el vehículo de combate de infantería Dardo, el cazacarros Centauro, el tanque Ariete o el helicóptero de ataque Mangusta, desplegado en misiones de la ONU. Además, el ejército italiano dispone de otros vehículos acorazados como el Leopard 1 y el M113.
La Marina Militare tenía 32 000 efectivos en el año 2013 y cuenta como naves destacadas con dos portaaviones, el Giuseppe Garibaldi y el nuevo Cavour, once fragatas, entre ellas tres nuevas de la clase FREMM, y seis submarinos. En los últimos tiempos la marina italiana, como miembro de la OTAN, ha participado en varias operaciones de la coalición en diversas partes del mundo, tales como la Intervención militar en Libia y la Guerra de Afganistán.
La Aeronautica Militare cuenta con más de 40 000 efectivos y en el año 2013 operaba 470 aeronaves y seis aviones no tripulados. Entre estos aparatos había 218 cazas de combate y 108 helicópteros. El equipamiento más destacado de la fuerza aérea transalpina son sus 76 cazas Eurofighter Typhoon, a los que sumarán en próximos años otros veinte que están encargados y que reemplazan a los más antiguos F-16. Las capacidades de transporte aéreo están cubiertas por doce aviones de carga Alenia C-27J Spartan, cuatro Boeing KC-767 y veintiuna aeronaves de transporte militar C-130J Super Hercules.
Además, Italia cuenta con un cuerpo autónomo de las fuerzas armadas, el Arma de Carabineros, que cumple funciones tanto civiles como militares, pues son la gendarmería y la policía militar italianas
Fuente : https://es.wikipedia.org/wiki/Italy