Historia
Prehistoria y antigüedad
Existen importantes restos del Paleolítico inferior en el río Somme y los Pirineos tradicionales (hombre de Neandertal), así como en La Chapelle-aux-Saints, Le Moustier y La Ferrassie. Del Paleolítico superior hay abundantes vestigios de los hombres de Cro-Magnon, Grimaldi y Chancelade, datados en unos 25 000 años de antigüedad, los cuales están ubicados en el valle de Dordoña. Entre las más famosas pinturas rupestres del mundo están las de Lascaux y de Font de Gaume, en los Pirineos franceses.
En el Mesolítico algunas actividades agropecuarias fueron reemplazando en importancia a las cuevas, y en el Neolítico (desde el III milenio a. C.) surgió la cultura megalítica (que empleó menhires, dólmenes y enterramientos). Desde alrededor de 1500 a. C. se inicia la edad del bronce, desarrollándose rutas comerciales. Se ha encontrado utillaje de la industria achelense del homo erectus de hace 900 000 a 1 000 000 años en la gruta Le Vallonnet, en el sur de Francia. La Edad del Hierro y las culturas celtas se ubican dentro del I milenio a. C.
Las fronteras de la Francia moderna (1810) son aproximadamente iguales que las de la Antigua Galia, que fue habitada por los grupos celtas conocidos como galos, quienes fueron los habitantes de la región y casi toda Europa central desde la prehistoria. Galia fue conquistada por Roma y su líder Julio César (que venció al jefe galo Vercingétorix ) en el siglo I a. C., y los galos adoptaron el idioma romano (el latín, del que evolucionó el francés junto a la presencia de dialectos celtas como el bretón). El cristianismo enraizó en los siglos II y III, y se estableció firmemente durante los siglos V y VI, en aquella época Jerónimo de Estridón (San Jerónimo) escribió que Galia era la única región «libre de herejía».
Reino de Francia (481 d. C. -843 d.C.)
En el año 451, Atila, el líder de los hunos invadió la Galia con ayuda de los pueblos francos y visigodos, logrando establecerse en la parte principal de la Galia. En el siglo IV, la frontera del este de Galia a lo largo del Rin fue cruzada por pueblos germánicos, principalmente los francos, de la que deriva el antiguo nombre de «Francie». La «Francia moderna» debe su nombre al dominio feudal de los reyes capetos de Francia, alrededor de París. Los francos fueron la primera tribu entre los conquistadores germánicos de Europa, después de la caída del Imperio romano, en convertirse al cristianismo a raíz del bautismo del rey Clodoveo en 498; así, Francia obtuvo el título de «Hija mayor de la Iglesia», y el país adoptaría esto como justificación para llamarse «el reino más cristiano de Francia».
Francia durante la Edad Media fue gobernada por las siguientes dinastías:
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- Los merovingios, descendientes de Meroveo y Clodoveo.
- Los carolingios, descendientes de Carlos Martel.
- Los Capetos y sus ramas secundarias Valois y Borbón, descendientes de Hugo Capeto.
La dinastía merovingia gobernó la actual Francia y parte de Alemania entre los siglos V y VIII. El primer rey fue Clodoveo I quien conquistó gran parte del territorio Galo entre 486 y 507; y se convirtió al cristianismo ortodoxo (por oposición a la herejía arriana), siendo bautizado en Reims hacia el 496 obteniendo el apoyo de las élites galo-romanas y estableciendo un importante lazo histórico entre la corona francesa y la Iglesia católica.
Reino de Francia (843 d.C. -1791 d.C.)
La existencia como entidad separada comenzó con el Tratado de Verdún (843), con la división del Imperio carolingio de Carlomagno en Francia Oriental, Francia Central y Francia Occidental. Francia Occidental comprendía aproximadamente el área ocupada por la Francia moderna, de la que fue precursora.
Los carolingios gobernaron Francia hasta 987, cuando Hugo Capeto fue coronado rey de Francia. Sus descendientes, la dinastía de los Capetos, la Casa de Valois, y la Casa de Borbón, extendieron y unificaron progresivamente el país con una serie de guerras y herencias dinásticas.
La historia de Francia en el siglo XVII estuvo marcada por el apogeo del poder real, que se convirtió en absoluto. Después del Tratado de los Pirineos (1659), el reino de Francia se convirtió en una potencia cuyo resplandor se extendía a gran parte de Europa.
Es también un periodo de grandes cambios desde un punto de vista cultural. La cultura francesa irradia Europa, en todos los dominios, apoyada por la creación de Academias: la literatura, las artes, las ciencias. El francés se confirma como lengua de grandes escritores (Molière, Corneille). La pintura, la escultura, la arquitectura y la música también florecen. Los científicos franceses tienen un puesto muy importante en Europa (astronomía, matemáticas, física, óptica), con Fermat, Pascal, Descartes. Los artistas e intelectuales franceses están en ese momento en el corazón de las redes culturales europeas. Esta es la razón por la cual el siglo XVII es denominado en Francia como «el Gran Siglo».
La monarquía absoluta se fue imponiendo paulatinamente a partir de la llegada al trono de la casa de Borbón, un proceso iniciado por Enrique IV y que alcanzó su apogeo bajo el reinado de Luis XIV en el siglo XVII y principios del XVIII.
A pesar de la oposición periódica de la alta nobleza y de las tensiones con los parlamentos provinciales, este régimen se mantuvo hasta el reinado de Luis XVI. En este tiempo Francia poseía la población más grande de Europa y su política, su economía y su cultura influían en todo el continente. Francia también obtuvo muchas posesiones de ultramar en América, África y Asia y parte de Europa. El reinado de Luis XIV fue el más importante de la historia francesa mientras supo dirigir al reino. El final de su reinado estuvo marcado por los primeros síntomas de decadencia del régimen absolutista, el declive de la hegemonía francesa en Europa, el fracaso de su política colonial y el malestar social que padecían los pobres; tensas situaciones que tuvieron en vilo a sus herederos.
Primera República Francesa
La secesión del Tercer Estado en los Estados Generales de 1789 y la creación de la Asamblea Constituyente marcaron el inicio de la Revolución francesa, cuyo hito simbólico fue la toma de la Bastilla. Este proceso social, económico y político se desarrolló entre 1789 y 1799 y sus principales consecuencias fueron la abolición de la monarquía y la proclamación de la Primera República Francesa, habiendo eliminado las bases económicas y sociales del Antiguo Régimen en Francia.
Primer Imperio Francés
Después de una serie de esquemas gubernamentales de breve duración, Napoleón Bonaparte tomó el control de la república en 1799, haciéndose primer cónsul y emperador del qué ahora se conoce como el Primer Imperio francés (1804-1814). Aparte de sus proezas militares, a Napoleón también se le conoce por el establecimiento del Código Napoleónico, un código civil que permanecería vigente hasta la segunda mitad del siglo XX y serviría de modelo a otros países, como España. Se le conoce también por su talento para hacerse rodear de brillantes expertos con un elevado sentido del Estado, que supieron crear el marco jurídico y administrativo de la Francia contemporánea. Otros, sin embargo, lo consideran un dictador tiránico cuyas guerras causaron la muerte de millones de personas, y uno de los personajes más megalómanos y nefastos de todos los tiempos.
Después de llevar a la victoria los ejércitos de la Revolución en una guerra de defensa del territorio nacional amenazado por los ejércitos de las monarquías europeas, su ejército, la Grande Armée, conquistó la mayor parte de Europa continental. En los territorios invadidos, Napoleón nombró a los miembros de la familia Bonaparte y a algunos de sus generales más cercanos como monarcas de los territorios. Hoy en día, la familia real sueca desciende del general bonapartista Bernadotte.
Si bien la organización política de Francia osciló entre república, imperio y monarquía durante 75 años después de que la Primera República cayera tras el golpe de Estado de Napoleón Bonaparte, lo cierto es que la revolución marcó el final definitivo del absolutismo y dio a luz a un nuevo régimen donde la burguesía, y en algunas ocasiones las masas populares, se convirtieron en la fuerza política dominante en el país. Tras la derrota final de Napoleón en 1815 en la batalla de Waterloo, sus vencedores se reunieron en el Congreso de Viena, donde la monarquía francesa de los Borbones fue reinstaurada, pero con nuevas limitaciones definidas por una Carta Magna.
Segunda República Francesa
La Revolución francesa de 1848 es una insurrección popular que tuvo lugar en París del 23 al 25 de febrero de 1848. Obligó al rey Luis Felipe I de Francia a abdicar y dio paso a la Segunda República Francesa.
Segundo Imperio francés
Este régimen de breve duración terminó en diciembre de 1852, fecha en que el presidente francés Carlos Luis Napoleón Bonaparte, sobrino del extinto Napoleón Bonaparte, dio un golpe de Estado y se proclamó asimismo Napoleón III, emperador del Segundo Imperio francés.
Entonces, en el país se produce un considerable desarrollo en medios de transportes, crece la bonanza económica positiva, se incrementa la red bancaria y se firma un tratado librecambista con Inglaterra en 1860 que fomenta el comercio internacional. Sin embargo la política exterior tuvo una serie de fracasos importantes como la Segunda Intervención Francesa en México y sobre todo la estrepitosa derrota en la Guerra Franco-prusiana de 1870 en la cual Napoleón III fue vencido por completo.
La Tercera República Francesa
La caída en la Guerra Franco-prusiana precipitó la proclamación de la tercera república francesa. Francia tuvo posesiones coloniales en varias partes del mundo, desde principios del siglo XVII hasta los años 1960. En los siglos XIX y XX, su imperio colonial era el segundo más grande del mundo después del Imperio británico. En su pico, entre 1919 y 1939, el segundo Imperio colonial francés se extendió sobre 12 347 000 kilómetros cuadrados (4 767 000 millas cuadradas) de tierra. Incluyendo Francia metropolitana, el área total de la tierra bajo la soberanía francesa alcanzó 12 898 000 kilómetros cuadrados (4 980 000 millas cuadradas) en los años veinte y los años treinta, que es 8,6 % del área terrestre del planeta.
Francia durante las guerras mundiales
En agosto de 1914, tras el asesinato del heredero de la corona austrohúngara, el Frente Occidental de la Primera Guerra Mundial se abrió luego de que el ejército alemán invada Bélgica y Luxemburgo, por lo que consiguió hacerse con el control militar de los más importantes lugares industriales de Francia.
Aunque en última instancia acabó como uno de los vencedores en la Primera Guerra Mundial, Francia sufrió unas pérdidas humanas y materiales enormes que la debilitaron en las décadas por venir. Los años 30 fueron marcados por una variedad de reformas sociales introducidas por el gobierno del Frente Popular.
Francia y Reino Unido declararon la guerra a la Alemania nazi el 3 de septiembre de 1939 en virtud de un tratado suscrito con Polonia, cuyo territorio había sido invadido por la Wehrmacht, ejército alemán. Al principio de la Segunda Guerra Mundial, Francia llevó a cabo una serie de campañas fracasadas de rescate en Noruega, Bélgica y los Países Bajos entre 1939 y 1940. Después del ataque relámpago de la Alemania Nazi entre mayo y junio de 1940 y su aliado, la Italia fascista, la dirección política de Francia firmó el Armisticio del 22 de junio de 1940. Los alemanes establecieron un régimen autoritario bajo la tutela del mariscal Philippe Pétain conocido como la Francia de Vichy, que adoptó una política de colaboración con la Alemania Nazi. Los opositores del régimen formaron el estado de Francia Libre fuera de Francia, sostuvieron a la resistencia francesa y fueron sumando cada vez más territorios coloniales a su causa. Francia continental fue liberada con el esfuerzo común de los aliados, Francia Libre, y de la resistencia francesa en 1945.
La Cuarta República Francesa
La Cuarta República Francesa, fundada después de la Segunda Guerra Mundial, luchó para mantener su estatus económico y político como potencia mundial. Intentó recuperar el control sobre su imperio colonial, afectado por la guerra. La tentativa poco entusiasta en 1946 de recuperar el control en Indochina Francesa dio lugar a la Primera Guerra de Indochina, que terminó en derrota francesa en la batalla de Dien Bien Phu en 1954. Solamente unos meses más adelante, Francia hizo frente a un nuevo conflicto, incluso más áspero que el anterior en su más vieja e importante colonia, Argelia.
La Quinta República Francesa
El debate por mantener el control de Argelia, entonces tierra de un millón de colonos europeos, debilitó al país y condujo casi a la guerra civil. En 1958, la cuarta república débil e inestable llevó a la Quinta República Francesa, que se apoya en un fuerte poder ejecutivo. Charles de Gaulle tomó el camino extremo de la guerra. La Guerra de Argelia y la guerra civil que estalló en Argelia entre los partidarios de abandonar la colonia y los colonos que se aferraban a mantener la presencia francesa, se concluyó en 1962, con la declaración de Evian que incluían la celebración de un referéndum de autodeterminación. El general De Gaulle también tuvo que afrontar otra dura prueba en mayo de 1968, de la que salió triunfante en las elecciones anticipadas convocadas en junio del mismo año.
En 1981, el socialista François Mitterrand fue elegido presidente de Francia y gobernó desde 1981 hasta 1995. Luego, el conservador Jacques Chirac sería elegido presidente de Francia, gobernando entre 1995 y 2007, año en que su ministro de Interior, Nicolas Sarkozy, fue elegido presidente. Francia apoyó a Estados Unidos en la primera Guerra del Golfo (1990), así como en el derrocamiento del régimen talibán. La reconciliación y la cooperación de Francia con Alemania probaron la línea central a la integración política y económica de la Unión Europea de desarrollo, incluyendo la introducción del euro en enero de 1999. Francia estuvo en la vanguardia de los Estados miembros europeos de la unión que intentaban explotar el ímpetu de la unión monetaria para crear una unión europea política, con una defensa y un aparato unificados y más capaces en la seguridad.
Dominique de Villepin, a la cabeza de la diplomacia francesa, lideró el bloque de países que se opuso a la invasión de Irak de 2003, amenazando con utilizar su derecho al veto en el Consejo de Seguridad, llevando de paso a un enfriamiento de las relaciones con la administración de George W. Bush. El candidato de la derecha conservadora, Nicolas Sarkozy, derrotó a Segolene Royal en los comicios electorales del 6 de mayo de 2007 para ocupar la Presidencia de la República Francesa, sucediendo a Jacques Chirac. El 6 de mayo de 2012 Sarkozy fue derrotado en su aspiración a continuar al frente del gobierno en las elecciones presidenciales por el candidato socialista François Hollande.
El 7 de enero y 13 de noviembre de 2015 Francia vivió los peores atentados terroristas de su historia en París por parte de la banda terrorista Estado Islámico. El primero fue el atentado contra Charlie Hebdo (revista satírica francesa) que cobró la vida de 12 personas el 7 de enero más toma de rehenes y secuestros durante los dos días siguientes lo que produjo una conmoción enorme en el país y grandes movilizaciones; y el segundo a los del 13 de noviembre con varios ataques simultáneos en cafés y la masacre del teatro Bataclan en pleno recital de la banda Eagles of Death Metal dejando 130 muertes y una conmoción y reacción aún más grandes en Europa , lo que hizo que Francia reforzase su seguridad interna y se implique definitivamente en la guerra contra Estado Islámico.
El 14 de julio de 2016, poco después de los ataques de 2015, Francia sufre otro ataque, esta vez en Niza. Un camión atropella a centenares de personas durante los festejos de la Revolución francesa en el paseo de los Ingleses, dejando un saldo de 85 muertos (incluyendo al perpretador) y un saldo de más de 300 heridos.