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Historia

El 24 de febrero de 1895 mediante un levantamiento simultáneo en Oriente y Matanzas se reanuda la lucha independentista. Aunque se provocaron levantamientos en Bayate, Guantánamo, El Cobre, Ibarra, etc., el hecho pasa a la historia como El Grito de Baire.

Martí y Gómez antes de partir para Cuba desde la República Dominicana firmaron el Manifiesto de Montecristi, redactado por el primero. Este documento es considerado el programa de la Revolución en la Guerra Necesaria. Martí señala que esa guerra es continuación de la anterior y que también expresa la necesidad de hacer una República nueva con iguales derechos para todos. Al final destaca el significativo latinoamericanismo de la guerra en Cuba.

Tras arribar a Cuba el 1º y 11 de abril, los tres grandes de la Guerra de independencia (Maceo, Gómez y Martí) se reunieron el 5 de mayo en La Mejorana y, por encima de las diferencias de enfoques, organizaron la Guerra y aprobaron el plan de invasión a Occidente.

Durante el verano de 1895 se extendió la lucha a Oriente, Camagüey y Las Villas. En Oriente Maceo obtuvieron victorias en los combates de El Jobito, Peralejo y Sao del Indio. En Camagüey vence Gómez en el combate de Altagracia y La Larga. En Las Villas se alzan Carlos Roloff y Serafín Sánchez.

El 16 de septiembre de 1895 se produjo la Asamblea de Jimaguayú, como su paralela de Guáimaro que redactó una nueva Constitución de la República en Armas. En ella se eligió un poder civil más reducido y práctico formado por un Consejo de Gobierno compuesto por un presidente (Salvador Cisneros Betancourt), un vicepresidente y 4 secretarios. Este gobierno civil tenía atribuciones sobre los asuntos políticos y económicos pero con facultades limitadas sobre lo militar. Se planteó que tanto esta Constitución como los acuerdos de esta asamblea tendrían vigencia solo por 2 años cuando se convocaría a otra asamblea.

Entre el 22 de octubre de 1895 y el 22 de enero de 1896 se produjo una de las páginas épicas de la Guerra de Independencia, la Invasión a Occidente. Maceo partió desde Mangos de Baraguá con 1.400 hombres y al llegar a Camagüey ya contaba 2.500. Cuando cruzaron la Trocha de Júcaro a Morón se encontraron con Gómez, con quien constituyeron el Ejército Invasor. En Las Villas combaten en la batalla de Mal Tiempo, la más importante de la guerra, mientras que en Matanzas ejecutan la contramarcha o Lazo de la Invasión, ardid que les permitió cruzar el Occidente con más facilidad. En la Habana ya en enero de 1896 Maceo parte a Pinar del Río y Gómez quedó protegiéndolo con la Campaña de la Lanzadera. En Pinar del Río Maceo sostuvo combates en el de Las Taironas y llegó al poblado occidental de Mantua victorioso.

Valeriano Weyler sustituyó a Martínez Campos como Capitán General, ordenando el Bando de Reconcentración que obligaba a miles de campesinos a trasladarse a pueblos y ciudades con el objetivo de aislar a los insurrectos en las zonas rurales. Aunque desde posiciones cubanas se señalan las víctimas de la Concentración en números superiores a 250.000, otros datos apuntan a 300.000 desplazados y 100.000 fallecidos víctimas de hambre, hacinamiento y enfermedades.

Mientras, dirigida por Maceo, se desarrolló la Campaña de Occidente para consolidar las posiciones ganadas con la invasión, los combates de Río Hondo, El Rosario y El Rubí. En Camagüey, Gómez venció en la batalla de Saratoga y Calixto García en la toma del Fuerte San Marcos.

Entre 1897 y 1898, Gómez dirigió la Campaña de La Reforma en territorio villareño para atraer soldados españoles y aliviar el frente occidental que había perdido a Antonio Maceo el 7 de diciembre de 1896. Esta campaña consistía en emplear la guerra de guerrillas, la guerra de desgaste con emboscadas y ataques relámpago de pequeños grupos para desorientar al enemigo y llevarlos a terrenos pantanosos (manigua) para vencerlos por enfermedades y agotamiento. Cerca de 4.000 insurrectos ponen fuera de combate a 25.000 soldados españoles.

Desde Oriente, Calixto García tomó las ciudades de Victoria de Las Tunas, Guisa, Jiguaní y Santa Rita con una eficiente dirección de la artillería mambisa. Mientras, en occidente se produjeron miles de acciones de mediana y pequeña escala. La suerte del colonialismo español estaba echada.

La guerra hispano–cubano–estadounidense

Entre finales de 1897 y comienzos de 1898 se instauró en Cuba el autogobierno autonómico. Las fuerzas cubanas ganaban cada vez más terreno y el Ejército Español se debilitaba rápido,[cita requerida] en esa situación se produjo la intervención de los Estados Unidos.

En 1898 el acorazado estadounidense Maine se hundió en la Bahía de La Habana el 15 de febrero, debido a una explosiónDelgado de Cantú, Gloria M. (2005). El mundo moderno y contemporaneo (5ª edición). Pearson Educación. p. 407. ISBN 970-26-0665-9. Consultado el 24 de marzo de 2017.[cita requerida] para así intervenir en la guerra. El conflicto concluyó con la firma de un tratado de paz (Tratado de París, del 10 de diciembre de 1898) entre España y Estados Unidos en virtud del cual Estados Unidos recibió el control absoluto de Cuba, Puerto Rico, Filipinas y la isla de Guam.