Idioma
El idioma oficial de Portugal es el portugués según el artículo 11 de la Constitución portuguesa, y lo es desde que el rey Dionisio I de Portugal lo adoptara en 1290 por decreto. Con más de 210 millones de hablantes nativos es la quinta lengua más hablada del mundo y la tercera más hablada en el mundo occidental. Como legado del dominio portugués, es también la lengua oficial en Brasil, Angola, Mozambique, Cabo Verde, Santo Tomé y Príncipe, Guinea-Bisáu, Timor Oriental, Guinea Ecuatorial y Macao, además de ser hablada en la antigua India portuguesa (Goa, Damão, Diu y Dadra y Nagar Haveli). También tiene estatus de lengua oficial en la Unión Europea, la UNASUR, el Mercosur y la Unión Africana.
La lengua portuguesa es una lengua romance como el italiano, el francés, el rumano y el romanche, entre otros, del grupo iberorromance, como el español, el catalán y el gallego. Al portugués también se le conoce como la «lengua de Camões» (debido a Luis de Camões, autor de Os Lusíadas), «la última flor del Lacio», expresión usada en el soneto Língua Portuguesa de Olavo Bilac y también la «dulce lengua» por parte de Miguel de Cervantes.[203]
También está reconocida y protegida oficialmente la lengua de signos, por el artículo 74 de la Constitución portuguesa. El mirandés, que está protegido oficialmente en el concejo de Miranda del Duero, tiene su origen en el asturleonés y se enseña como segunda lengua en las escuelas del concejo de Miranda del Duero y parte del concejo de Vimioso. Su uso está bastante restringido aunque hay acciones que garantizan los derechos lingüísticos de su comunidad de hablantes.
Religión
La Constitución portuguesa garantiza la libertad religiosa y la igualdad entre religiones. No obstante, existe un concordato que privilegia a la Iglesia católica en varias dimensiones de la vida social, tal es el caso de algunas ceremonias oficiales públicas como las inauguraciones oficiales del Estado en las que hay presencia de un representante de la Iglesia católica. Sin embargo, las creencias religiosas de los políticos electos son consideradas como algo irrelevante para los electores. Prueba de esto es que los dos anteriores presidentes de la República (Mário Soares y Jorge Sampaio) eran personas abiertamente laicas.
La mayoría de los portugueses (el 84,6 % de la población total, según los resultados oficiales del censo de 2001), se inscriben en la tradición católica. En cuanto a la práctica dominical del catolicismo, según un estudio del mismo año realizado por la propia Iglesia católica en Portugal, hay 1 933 677 católicos practicantes (el 18,7 % de la población total) y el número de personas que comulgan es de 1 065 036 (el 10,3 % de la población total). Cerca de la mitad de los matrimonios son católicos aunque se permiten los matrimonios entre personas del mismo sexo y el divorcio según establece el Código Civil portugués, a pesar de que el Derecho Canónico no prevé estas figuras. Existen veinte diócesis en Portugal, agrupadas en tres distritos eclesiásticos: Braga, Lisboa y Évora.
El protestantismo en Portugal tiene varias denominaciones y provienen mayoritariamente de cultos con inspiración evangélica neopentecostal (por ejemplo, las Asambleas de Dios en Portugal y la Iglesia Maná) o de inmigración brasileña, por ejemplo, la Iglesia Universal del Reino de Dios.
Los Testigos de Jehová cuentan con cerca de 50 000 fieles en Portugal, distribuidos en cerca de 650 congregaciones. La religión está presente en el país desde 1925 y fue prohibida oficialmente entre 1961 y 1974, periodo en el que operó en la clandestinidad. En diciembre de 1974, la Asociación de Testigos de Jehová fue reconocida legalmente y hoy en día tiene su sede en Alcabideche.
La comunidad judía en Portugal ha conseguido mantenerse hasta la actualidad, a pesar de la orden de expulsión de los judíos el 5 de diciembre de 1496 por decreto de Manuel I, lo que obligó a muchos a elegir entre las conversiones forzadas o la efectiva expulsión del país, o la cárcel y las consecuentes penas dictadas por la Inquisición portuguesa que, por este motivo, fue una de las más activas de Europa. La forma en que el culto se desarrolló en Belmonte es uno de los ejemplos de la perseverancia de los judíos como unidad en Portugal. En 1506, en Lisboa se produjo una masacre de judíos en la que perdieron la vida entre 2000 y 4000 personas y fue una de las más violentas de la época en Europa.[cita requerida] Existen también minorías islámicas (15 000 personas) e hindúes que son, en su mayoría, descendientes de inmigrantes, así como focos puntuales de budistas, gnósticos y espiritistas.
Salud
El sistema de salud portugués se caracteriza por estar formado por tres sistemas coexistentes: el «Servicio Nacional de Salud» (SNS), los regímenes de «seguros especiales de salud social para ciertas profesiones» (subsistemas de salud), y los «seguros privados de salud voluntarios». El SNS proporciona cobertura universal. Además, entorno al 25 % de la población está cubierto por subsistemas de salud, el 10 % por seguros privados, y el otro 7 % por agrupaciones mutuales.
El Ministerio de Sanidad es el responsable de desarrollar políticas en materia de salud, así como el encargado de dirigir el SNS. También hay cinco administraciones regionales de sanidad que se encargan de implementar los objetivos fijados por el Ministerio de Salud para el SNS, de desarrollar las líneas maestras y sus protocolos, y también de supervisar la actuación de los cuidados en salud. Los esfuerzos de descentralización están actualmente en curso y se basan en compartir la responsabilidad financiera y de gestión a nivel regional. Sin embargo, en la práctica, la autonomía de las administraciones regionales de salud se limita a la atención primaria. El SNS está financiado principalmente por la recaudación de los impuestos generales. El empleo y las contribuciones de los empleados representan la fuente de financiación principal de los subsistemas de salud. Además, los pagos directos de los pacientes y los seguros privados de salud voluntarios aportan una gran parte de los fondos.
Al igual que en otros países de la Unión Europea, la mayoría de los portugueses muere por enfermedades crónicas. La mortalidad asociada a enfermedades cardiovasculares es mayor que en la eurozona; pero sus dos componentes principales (las isquemias cardíacas y los accidentes cerebrovasculares) presentan tendencias inversas a las presentes en los países de la eurozona, con los accidentes cardiovasculares como el mayor causante de muertes en Portugal (17 %). El 12 % de los portugueses mueren de cáncer, una tasa inferior a la de la eurozona, aunque la tasa no disminuye tan rápido como en Europa. Portugal tiene la mayor tasa de mortalidad por diabetes de la eurozona, con un importante incremento a finales de la década de 1980.
La tasa de mortalidad infantil de Portugal se ha visto fuertemente reducida desde finales de la década de 1980, cuando veinticuatro de cada mil recién nacidos morían antes de llegar a su primer año de vida. En 2006, esta cifra se situaba en tres muertes por cada mil recién nacidos. Esta mejora se debe principalmente al descenso de la mortalidad neonatal, de 15,5 a 3,4 por cada mil nacidos vivos. En 2010, la esperanza de vida era de 78,88 años.
Localidades principales
Lisboa (con cerca de 500 000 habitantes y 2,1 millones de habitantes en la región de Lisboa) es la capital desde el siglo XII, la mayor ciudad del país, el principal centro económico, el principal puerto marítimo y aeropuerto portugués y la ciudad más rica de Portugal con un PIB per cápita superior a la media de la Unión Europea. Otras ciudades importantes son Oporto (cerca de 240 000 habitantes y 1 000 000 en el Gran Oporto), la segunda mayor ciudad y centro económico, Aveiro (considerada la Venecia portuguesa), Braga (la ciudad de los arzobispos), Chaves (ciudad histórica y milenaria), Coímbra (con la universidad más antigua del país), Guimarães (cuna de la nación), Elvas (ciudad más fortificada de Europa), Évora (ciudad-museo), Setúbal (tercer puerto más importante), Portimão (3.er puerto de cruceros) Faro y Viseu.
En el área metropolitana de Lisboa hay ciudades con gran densidad de población como Agualva-Cacém y Queluz (municipio de Sintra), Amadora, Almada, Amora, Seixal, Barreiro, Montijo y Odivelas. En la región metropolitana de Oporto los municipios más poblados son Vila Nova de Gaia, Maia, Matosinhos y Gondomar. En la Región Autónoma de Madeira la principal ciudad es Funchal. En la región autónoma de las Azores hay tres ciudades principales: Ponta Delgada, en la isla de San Miguel; Angra do Heroísmo, en la isla de Terceira y Horta, en la isla de Faial.
Educación
El sistema educativo portugués está regulado por el Estado a través del Ministerio de Educación y Ciencia. El sistema de enseñanza pública es el más usado y el más extendido aunque también existen otras escuelas privadas para cualquier nivel de enseñanza.
El sistema educativo se divide en preescolar (para aquellos que tienen menos de seis años), educación básica (duración de nueve años; en tres etapas y obligatoria), educación secundaria (duración de tres años, hasta el duodécimo grado y obligatorio desde 2009), y educación superior (universidad y politécnica). Al final de cada ciclo, los alumnos realizan pruebas de evaluación (1.er y 2º ciclo) y el examen nacional (3.er ciclo) en las disciplinas de Matemáticas y Portugués. Las pruebas evalúan a los alumnos sobre las materias aprendidas durante el ciclo correspondiente.
El ciclo secundario tiene un sistema de organización propio, diferente del de los otros ciclos. Existe también la posibilidad para cualquier estudiante de asistir a cursos de formación y de educación, que equivalen al 9º año (o primer año de secundaria) y los cursos profesionales, que equivalen al 12º año (3.er y último año de secundaria), en el marco de la iniciativa «Nuevas Oportunidades». Todos los estudiantes pueden concluir la enseñanza secundaria, en régimen diurno o nocturno. Estos cursos están disponibles en cualquier escuela.
Las universidades portuguesas existen desde 1290. La universidad portuguesa más antigua se estableció primero en Lisboa, antes de trasladarse a Coímbra. La mayor universidad de Portugal es la Universidad de Oporto, con cerca de 31 000 alumnos, y su facultad de Ingeniería es la mayor de Europa. Las universidades normalmente se dividen en facultades. El Proceso de Bolonia ha sido adoptado por las universidades e institutos politécnicos portugueses en 2006. También se está construyendo, en la Universidad de Oporto, el mayor polo de Ciencias de la Vida de la península Ibérica, que reunirá el Instituto de Ciencias Biomédicas Abel Salazar y la Facultad de Farmacia.
La tasa de alfabetización total de adultos era en 2003 de aproximadamente el 93,3 %, siendo la tasa en hombres del 95,5 % y de mujeres en 91,3 %. La afluencia de portugueses a la educación primaria está próxima al 100 %. El 20 % de los estudiantes en edad universitaria acude a una de las instituciones de educación superior del país. Además de ser un destino clave para los estudiantes internacionales, Portugal es uno de los mayores lugares de origen de los estudiantes internacionales. El número total de estudiantes en aprendizaje universitario, tanto domésticos como internacionales, era de 380 937 en 2005.
Cultura
Portugal ha desarrollado una cultura particular, pues ha estado bajo la influencia de las diferentes civilizaciones que cruzaron el Mediterráneo y Europa, aunque también introdujo algunos elementos culturales cuando la nación desempeñó un papel activo durante la Era de los descubrimientos.
Aunque ya en 1956 se había creado en Lisboa la Fundación Calouste Gulbenkian, no fue hasta las décadas de 1990 y 2000 cuando Portugal modernizó sus equipamientos culturales públicos. En Lisboa se creó el Centro Cultural de Belém y en Oporto, la Fundación de Serralves y la Casa da Música, así como otros equipamientos culturales públicos como las bibliotecas municipales y las salas de conciertos que fueron construidos o renovados en muchos municipios por todo el país.
Música
La música tradicional portuguesa es muy variada. Forman parte del folclore las danças do vira, en la región de Minho, los pauliteiros de la zona mirandesa, los corridinhos del Algarve o los bailinhos de Madeira. Los instrumentos típicos son el cavaquinho, la gaita, el acordeón, el violín, el tambor, la guitarra portuguesa (típica del fado) y una variedad de instrumentos de viento y de percusión. También existen las orquestas de cada localidad que tocan diversos estilos musicales, desde la popular a la clásica.
El estilo de música portugués más conocido es el fado, que ha ayudado a divulgar el portugués, cuya intérprete más célebre fue Amália Rodrigues, quien también realizó incursiones como actriz y cantante en el cine portugués. Algunos intérpretes populares más recientes son el grupo Madredeus, cuya vocalista era Teresa Salgueiro, y las cantantes Mariza, Mísia, Mafalda Arnauth, Cristina Branco y Dulce Pontes. Entre los intérpretes masculinos más conocidos se encuentran Carlos do Carmo, Alfredo Marceneiro y Camané.
Aunque el fado sigue siendo el género más conocido allende sus fronteras, la «nueva» música portuguesa también tiene un papel importante. Así, podemos destacar a Rui Veloso, padre del rock portugués; a Sara Tavares, que tiene un estilo con influencias africanas; a Xutos & Pontapés, grupo de rock portugués formado en 1978 y aún activo; a Moonspell, banda de metal bastante famosa en Europa o a Blasted Mechanism, grupo de rock alternativo.[236]
La música erudita portuguesa constituye un capítulo importante de la música occidental. A lo largo de los siglos han destacado nombres de compositores e intérpretes como los trovadores Martín Codax y Dionisio I; los polifonistas Duarte Lobo, Filipe de Magalhães, Manuel Cardoso y Pedro de Cristo; el organista Manuel Rodrigues Coelho; el compositor y el clavecinista Carlos Seixas; la cantante Luísa Todi; el sinfonista y pianista João Domingos Bomtempo o el compositor y musicólogo Fernando Lopes Graça. La edad de oro de la música portuguesa coincidió con el apogeo de la polifonía clásica en el s. XVII (Escuela de Évora, Santa Cruz de Coimbra). Entre los grandes referentes actuales, sobresalen los nombres de los pianistas Artur Pizarro, Maria João Pires, Olga Prats y Sequeira Costa; de la viola Anabela Chaves; del violinista Carlos Damas; del barítono Jorge Chaminé; del compositor Emmanuel Nunes y del compositor y maestro Álvaro Cassutto. Las orquestas sinfónicas más importantes son la orquesta de la Fundación Calouste Gulbenkian, la Orquesta Nacional de Oporto y la Orquesta Sinfónica Portuguesa. Con respecto a la ópera, el Teatro Nacional de San Carlos, en Lisboa, es el más representativo.[236]
Literatura
La literatura portuguesa, una de las primeras literaturas occidentales, se desarrolló a través del texto y la música. Comparte sus orígenes con la gallega medieval, en las cantigas galaico-portuguesas. En el canon oficial de la literatura, se da un valor especial, ya reconocido en la época, a la epopeya Os Lusíadas de Luís de Camões, que narra en verso los viajes y aventuras de los descubridores portugueses del camino a la India durante el siglo XV. Gil Vicente, por su parte, fue uno de los fundadores de las tradiciones dramáticas portuguesa y española.
Además de estos autores, caben destacar las figuras de Fernando Pessoa, famoso por sus heterónimos, y de Eugénio de Andrade en poesía. En prosa, se pueden destacar algunos nombres como José Saramago, ganador del premio Nobel de Literatura en 1998, Eça de Queirós; autor de Los Maia, novela culmen del realismo portugués, y de El crimen del padre Amaro; Aquilino Ribeiro, que estuvo propuesto al Nobel en 1960 o Miguel Torga, famoso por su defensa del Iberismo. En teatro, además de Gil Vicente, antes mencionado, destacan António José da Silva —apodado «el judío»— y Bernardo Santareno.
Cinematografía
El cine portugués tiene una larga tradición, comenzando su andadura en los albores de este arte, a finales del siglo XIX. Directores de cine portugueses como Arthur Duarte, António Lopes Ribeiro, Manoel de Oliveira, António-Pedro Vasconcelos, João Botelho y Leonel Vieira, son algunos de los que han logrado una mayor fama. Algunos actores portugueses famosos son Joaquim de Almeida, Maria de Medeiros, Erica Fontes, Diogo Infante, Soraia Chaves, Vasco Santana, Ribeirinho, y António Silva, entre muchos otros.
Entre las películas, caben destacar algunas bastante famosas como A canção de Lisboa (1933), el primer largometraje sonoro íntegramente rodado en Portugal; Ala-Arriba! (1942), primera película portuguesa en ganar un premio en el Festival Internacional de Cine de Venecia; Camoens (1946), exhibida en el primer festival de Cannes; A costureirinha da sé (1958), primera película portuguesa en color y cinemascope; Dom Roberto (1962), mención especial del jurado en el festival de Cannes; Mudar de vida (1966), uno de los mayores éxitos europeos del cine portugués, seleccionada también para el festival de Venencia; O sapato de cetim (1985), producción francoportuguesa, galardonada con el premio de la Crítica en el festival de Venecia; Recuerdos de la casa amarilla (1989), León de plata en el festival de Venecia; Três irmãos (1994), con la que Maria de Medeiros ganó la Copa Volpi a la mejor actriz del festival de Venecia; Capitanes de abril (2000), una de las películas portuguesas más conocidas allende las fronteras; Alice (2005), premio «Miradas jóvenes» en el Festival de cine de Venencia al mejor director novel y Odete (2005), premio del festival de cine LGTB de Milán, entre otras.
Ciencia y tecnología
Las actividades de investigación en ciencia y tecnología de Portugal están principalmente organizadas en unidades de investigación y desarrollo pertenecientes a las universidades públicas y a las instituciones autónomas de investigación estatales como el INETI (Instituto Nacional de Ingeniería, Tecnología e Innovación) y el INRB (Instituto Nacional de Recursos Biológicos). La financiación y gestión de este sistema de investigación está principalmente dirigido bajo la autoridad del Ministerio de Educación y Ciencia. Las mayores unidades de I+D de las universidades públicas por volumen de investigaciones y artículos científicos incluyen tanto las instituciones de investigación en biociencias como el Instituto de Medicina Molecular, el Instituto de Ciencias Biomédicas Abel Salazar, el Centro de Neurociencias y Biología Celular, el Instituto de Biología Molecular y Celular o el IMATIMUP (Instituto de Patología e Inmunología Molecular de la Universidad de Oporto). En las universidades privadas el centro de investigación más notable es el Laboratorio de Expresión Facial de la Emoción. También son internacionalmente reconocidos los centros de investigación estatales, en otros campos destaca el Laboratorio Ibérico Internacional de Nanotecnología, una cooperación en investigación entre Portugal y España. Entre las mayores instituciones de investigación no estatales de Portugal están el Instituto Gulbenkian de Ciencia y la Fundación Champalimaud, que año tras año entrega uno de los premios científicos mejor remunerados del mundo. Una de las más antiguas instituciones de enseñanza de Portugal es la Academia de Ciencias de Lisboa.
Portugal ha firmado diversos acuerdos con organizaciones científicas europeas llegando a ser miembro de pleno de dichas organizaciones. Entre estas se incluyen la Agencia Espacial Europea (ESA), el Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN), ITER, y el Observatorio Europeo del Sur (ESO). Portugal ha firmado acuerdos de cooperación con el MIT (Estados Unidos) y otras instituciones norteamericanas para incrementar la capacidad de desarrollo e incrementar la efectividad de investigación y educación superior portuguesa.
Portugal tiene el segundo acuario más grande de Europa, el Oceanário de Lisboa, y tiene también otras instituciones notables de exhibición y divulgación científica, como la agencia estatal Ciência Viva, un programa del Ministerio de Educación y Ciencia para promocionar la cultura científica y tecnológica entre la población portuguesa, el Museo Científico de la Universidad de Coimbra, el Museo Nacional de Historia Natural en la Universidad de Lisboa, y el Visionarium.
Con el surgimiento y crecimiento de los parques científicos en todo el mundo que han ayudado a crear miles de empresas científicas, tecnológicas y conocimiento, Portugal comenzó a crear diversos parques científicos en todo el país. Entre estos se incluyen el Taguspark (en Oeiras), el Coimbra iParque (en Coímbra), el Madeira Tecnopolo (en Funchal), el Sines Tecnopolo (en Sines), el Tecmaia (en Maia) y el Parkurbis (en Covilhã). Las compañías ubicadas en los diversos parques científicos tienen la ventaja de una mayor cantidad de servicios desde ventajas financieras y legales a soporte publicitario y tecnológico.
De Portugal han salido múltiples científicos e inventores que han contribuido al desarrollo de las ciencias a nivel mundial. Es importante destacar los nombres, en este ámbito, de António Egas Moniz, inventor de la lobotomía y la angiografía y premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1949 por el «descubrimiento del valor terapéutico de la lobotomía en determinadas psicosis»;[254] así como de Jaime Filipe, ganador de diversos premios por algunos inventos como el elevador para sillas de ruedas. Otros inventores portugueses destacados incluyen a Amílcar Ventura, inventor del simulador de conducción para autoescuelas por el que consiguió la medalla de oro en el Salón de Ginebra y Maximiliano Augusto Herrmann, inventor del teléfono de pared en 1880.
Gastronomía
La gastronomía es variada. Cada zona del país tiene su plato típico compuesto por diversas carnes (ternera, oveja, cerdo y las carnes blancas), por diferentes embutidos, tipos de pescados (sobre todo de bacalao) y de mariscos. Entre los quesos destacan el Serra da Estrela, el Azeitão y el São Jorge, entre muchos otros.[256][257]
Portugal es un país fuertemente vinícola, y son célebres los vinos del Douro, del Alentejo y del Dão, los vinos verdes del Minho, y los vinos licorosos de Oporto y de Madeira. En cuanto a la repostería existen una enorme variedad de recetas tradicionales como los famosos pasteles de Belém, los huevos moles de Aveiro, el pastel de Tentúgal, la sericaia o el bizcocho de Ovar, así como muchos otros.[256][257]
De entre los platos populares, destacan el cocido a la portuguesa, el «bacalao dorado», el «bacalao a la Gomes de Sá», las espetadas de Madeira, el «cocido volcánico» de las Azores, el «lechón asado a la Bairrada», los «Rojões» del Aveiro y del Minho, la chanfana de Beira, la carne de cerdo a la alentejana, el pescado asado (en todo el país), las tripas (de la región de Oporto), las «pataniscas de bacalao» y el gazpacho portugués. La cocina portuguesa ha influido otras gastronomías como la japonesa, con la introducción de la tempura.[256][257]
Arquitectura
Los más antiguos ejemplos de arquitectura portuguesa se remontan a los primeros pobladores. Entre las abundantes evidencias de monumentos megalíticos en territorio luso cabe destacar el crómlech de los Almendros, uno de los más importantes de Europa. La llegada de los romanos trajo consigo su arquitectura y un buen ejemplo de ella es el templo romano de Évora, dedicado a la diosa Diana.
Tras la caída del Imperio romano, los visigodos también dejaron su impronta en la arquitectura, y buena muestra de ella es la capilla de San Fructuoso de Montelios. Durante el periodo de dominación musulmana (711-1249), éstos dejaron ejemplos de arte islámico en la mezquita de Mértola, actualmente una iglesia, y el Castelo dos Mouros en Sintra, entre muchos otros.
Tras un extenso periodo de estilo románico, con ejemplos hasta el siglo XVIII, en Portugal también se desarrolló el peculiar estilo manuelino, un estilo gótico tardío financiado por los descubrimientos y caracterizado por la profusión de elementos decorativos de inspiración marítima. De entre ellos, destaca el monasterio de los Jerónimos y la torre de Belém.
El terremoto de Lisboa de 1755 supuso un cambio en el urbanismo de Lisboa. El marqués de Pombal realizó grandes transformaciones en la capital lusa después de la catástrofe y a él se debe, entre otros, la construcción de la praça do Comércio, donde estaba antaño el palacio real. La tradición popular marcó la arquitectura de los años 1950, que fue conocido como «estilo Portugués Suave» y que prevaleció hasta el final del Salazarismo.
La arquitectura contemporánea portuguesa aúna las tradiciones con la intención de innovar desarrollada durante varias generaciones desde mediados del siglo XX hasta la actualidad. Álvaro Siza (premio Pritzker 1992), Fernando Távora, Eduardo Souto de Moura (premio Pritzker 2011), Raul Hestnes Ferreira, Rui Jervis Atouguia, Jorge Ferreira Chaves, Francisco Conceição Silva, Francisco Keil do Amaral, Cassiano Branco, Pancho Guedes, Francisco Castro Rodrigues, Manuel Tainha, Vítor Figueiredo, Gonçalo Byrne y Tomás Taveira son algunos de los más notables arquitectos portugueses de la época contemporánea.
Pintura, escultura y fotografía
Portugal también goza de un rico legado en lo que a pintura se refiere. Los primeros pintores lusos de los que se conoce el nombre se remontan al siglo XV, como Nuno Gonçalves, representante del periodo de pintura gótica. José Malhoa, conocido por su trabajo Fado, y Columbano Bordalo Pinheiro (quien pintó los retratos de Teófilo Braga y Antero de Quental) son dos referentes de la pintura naturalista.
En el siglo XX se vio la llegada del modernismo y, junto a él, la de los pintores portugueses de mayor renombre: como Amadeo de Souza-Cardoso, quien fue fuertemente influenciado por los pintores franceses, particularmente por Robert Delaunay. Entre sus trabajos más conocidos destaca Canção Popular a Russa e o Fígaro. Otro gran pintor y escritor modernista fue Almada Negreiros, amigo del poeta Fernando Pessoa, a quien retrató. Almada Negreiros también estuvo profundamente influenciado tanto por el cubismo como por el futurismo. Entre los personajes importantes dentro las artes visuales actuales están pintores como Vieira da Silva, Júlio Pomar y Paula Rego.
Dentro de la escultura son destacables los nombres de Jorge Vieira, que trabajó sobre todo la madera; Alberto Carneiro, el «inventor de objetos»; Rui Chafes, trabajador del hierro y João Cutileiro y Francisco Simões, que realizan su trabajo en mármoles de diversos colores.
En cuanto a la fotografía artística, cabe destacar los nombres de Joshua Benoliel, primer reportero fotográfico que dejó una gran colección de imágenes de los últimos años de la monarquía, la llegada de la República y el inicio de la Primera Guerra Mundial. Actualmente, destacan los nombres de Helena Almeida y Jorge Molder, entre otros.
Deportes
El fútbol es el deporte más conocido y el más practicado en Portugal. Eusébio da Silva Ferreira es aún un gran símbolo de la historia del fútbol portugués, en la que también destacan otros nombres más recientes como Paulo Futre, Luís Figo, Vítor Baía, Rui Costa, João Vieira Pinto, Fernando Couto, Simão Sabrosa, Pedro Pauleta o Cristiano Ronaldo. Los principales clubes de Portugal son el Benfica, el FC Oporto, y el Sporting. Portugal es considerada, según el ranking de la FIFA a día 1 de junio de 2017, la 8.ª mejor selección de fútbol. La selección lusa alcanzó un 3.er puesto en el Mundial de fútbol de 1966 y un 4º en el de 2006. A nivel europeo, cabe destacar su primer puesto en la Eurocopa 2016 disputada en Francia.
Portugal también destaca en el jóquey sobre patines pues posee quince campeonatos mundiales, veinte europeos y quince Copa de las Naciones de Montreux, entre otros. Asimismo, Portugal ha acogido una carrera del Gran Premio de Fórmula 1; el Gran Premio de Portugal, que se celebró entre 1958 y 1960 y nuevamente entre 1984 y 1996 en el circuito de Estoril. Actualmente, el circuito es sede del Gran Premio de Portugal del Campeonato del Mundo de Motociclismo.
Otras modalidades deportivas en las que el país sobresale a nivel internacional son, además del fútbol, el rugby, la vela, la hípica, el judo, el ciclismo, el esgrima, el atletismo y el tiro con arco. Portugal ha participado en todos los Juegos Olímpicos desde los Juegos Olímpicos de Estocolmo 1912, y ha ganado cuatro medallas de oro en atletismo (Carlos Lópes, en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984, Rosa Mota en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988, Fernanda Ribeiro en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 y Nelson Évora en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008) y numerosas medallas de plata y bronce en otros deportes.