Turismo / Transporte
La República de Irlanda ha tenido un crecimiento económico espectacular en las dos décadas del periodo 1980-2000, donde Irlanda pasó de ser un país de pobreza, a uno de los países con el PIB por habitante más alto del mundo. Esto estuvo relacionado con la llegada de innumerables macroempresas mundiales que establecieron su sede en Irlanda como por ejemplo la multinacional Canon o la franquicia PC World
La República de Irlanda es una economía pequeña, moderna y dependiente del comercio con un crecimiento que alcanzó en promedio un robusto 10% en el período 1995-2000.
La agricultura, que fue hace tiempo el sector más importante, se encuentra actualmente empequeñecida por los servicios y la industria, que representa un 38% del PNB, alrededor del 80% de las exportaciones y emplea a 28% de la fuerza laboral. A pesar de mantener su robusto crecimiento fundamentalmente a base de exportaciones, la economía está siendo beneficiada también por una subida en el consumo y la recuperación de las inversiones en negocios y la construcción. Irlanda es uno de los mayores exportadores de bienes y servicios relacionados con el software en el mundo. De hecho, mucho software extranjero, y en ocasiones música, es filtrado a través de la República para sacar ventaja de la política de no cobrar impuestos sobre regalías de bienes con copyright.
Durante los años 1990 el gobierno irlandés implementó una serie de programas económicos diseñados para refrenar la inflación, aliviar la carga impositiva, reducir el gasto del gobierno como un porcentaje del PNB, incrementar las habilidades de la fuerza laboral y promover las inversiones extranjeras. El Estado se unió a la iniciativa del euro en enero de 2001 (abandonando la libra irlandesa) junto con otras diez naciones de la Unión Europea. Este período de elevado crecimiento económico llevó a muchos a bautizar la República el Tigre Celta. La economía sintió el impacto de la desaceleración de la economía global en 2001, particularmente en el sector de exportación de tecnología de avanzada, donde la tasa de crecimiento fue reducida prácticamente a la mitad. El crecimiento del PNB permaneció estable y relativamente robusto, con una tasa de alrededor del 6% en 2001 y 2002, pero se esperaba que esto cayera al 2% hacia 2003.
Finalmente la crisis global exhibió la fragilidad de ese milagro, con un saldo desolador: el crecimiento de Irlanda es negativo y el desempleo a fin de 2009 podría llegar al 14 por ciento de la fuerza laboral (4,3, en 2006). El gobierno tuvo que garantizar los depósitos bancarios por 105 mil millones de dólares, nacionalizó el Anglo Irish Bank y aprobó un rescate de entidades por unos 7500 millones de dólares. Su déficit fiscal superó el 6 por ciento del PBI en 2008 y llegaría al 11 en 2009.
Tras los esfuerzos llevados a cabo por el nuevo Gobierno del nuevo Fine Gael, la economía parece estar recuperándose: a finales de 2009 se registró crecimiento positivo y tanto en 2010 como en 2011 la economía creció alrededor del 1%. La efectiva nacionalización de los grandes bancos ha devuelto la confianza a la economía irlandesa,[cita requerida] el desempleo ha bajado al 6,4% (febrero de 2017) y los precios de la vivienda no ven una recuperación clara en un futuro cercano.
Infraestructura
Irlanda cuenta con una extensa red de autovías, las más importantes y en su mayoría con origen en Dublín. La red ferroviaria está menos desarrollada, siendo los autobuses el medio público de transporte más popular, aunque las dos ciudades principales cuentan con un desarrollado sistema de transporte urbano ferroviario (DART en Dublín).
El principal aeropuerto del país está localizado en la capital, y mueve a unos 23 millones de pasajeros anuales. La segunda ciudad, Cork, también posee un aeropuerto que mueve a varios millones de personas anualmente. Otros aeropuertos importantes son el de Knock y el de Shannon.
Los puertos más importantes del país son los de Dublín, Cork, Shannon y Rosslare.