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Gobierno y política

Islandia es una democracia representativa y una república parlamentaria. El parlamento moderno, Alþingi (traducido como «Althing»), fue fundado en 1845 como un órgano consultivo ante el monarca danés. Este parlamento fue ampliamente visto como un restablecimiento de la asamblea fundada en 930 durante el período de la Mancomunidad Islandesa, que fue suspendida en 1799. En consecuencia, el país «es posiblemente la democracia parlamentaria más antigua del mundo».​

Actualmente tiene 63 miembros, elegidos por un período máximo de cuatro años.​ El presidente es elegido por voto directo para un mandato de cuatro años. El gobierno y los consejos locales son elegidos por separado de las elecciones presidenciales cada cuatro años.​

El actual presidente de Islandia es Guðni Thorlacius Jóhannesson, quien es el jefe de Estado. Su puesto solo cuenta con funciones ceremoniales y diplomáticas, aunque puede suprimir una ley aprobada por el Parlamento y someterla a un referéndum nacional.​ Por consiguiente, el jefe de Gobierno es el primer ministro (actualmente Sigurður Ingi Jóhannsson) que, junto con el gabinete, es responsable del poder ejecutivo.​ El gabinete es nombrado por el presidente tras las elecciones parlamentarias generales.

Sin embargo, el nombramiento es generalmente negociado con los dirigentes de los partidos políticos con mayor presencia en el Althing, quienes deciden entre ellos quiénes deben ser los miembros que formarán el gabinete y cómo deben distribuirse. Solo cuando los líderes del partido son incapaces de llegar a una conclusión en un plazo razonable, el presidente ejerce esta facultad y nombra al gabinete por sí mismo.​

No obstante, esto último nunca ha ocurrido desde que se fundó la república pero, en 1942, el regente provisional del país, Sveinn Björnsson, nombró a un gabinete por sí mismo, ya que, como regente provisional, tenía todas las facultades de un presidente. En 1944, Sveinn se convirtió en el primer presidente del país.​

Sin embargo, el verdadero poder político que la Oficina del Presidente posee es discutido por los juristas en Islandia; varias disposiciones de la Constitución parecen dar al presidente algunas facultades importantes, pero otras disposiciones y tradiciones lo sitúan en una posición diferente.

Los gobiernos de Islandia casi siempre han estado formados por coaliciones entre dos o más partidos políticos, puesto que ninguno de ellos ha obtenido una mayoría de escaños en el Althing por su propia cuenta. En 1980, los islandeses eligieron a Vigdís Finnbogadóttir como presidenta, la primera mujer en el mundo elegida directamente para ser jefa de Estado; se retiró de su cargo en 1996.​

Islandia tiene un sistema político transversalista y multipartidista. Los partidos políticos más relevantes son el Partido de la Independencia (Sjálfstæðisflokkurinn), la Alianza Socialdemócrata (Samfylkingin) y el Movimiento de Izquierda-Verde (Vinstrihreyfingin – grænt framboð).​ Otros partidos que cuentan con escaños en el Althing incluyen el Partido Progresista (Framsóknarflokkurinn) y El Movimiento (Hreyfingin). Existen otros partidos a nivel municipal, que solo compiten en elecciones para cargos del gobierno local.

Fundada en 1778, la Policía Nacional de Islandia es la organización encargada de la aplicación de la ley en todo el territorio nacional, a excepción de aquellos lugares bajo la jurisdicción de la Guardia Costera Islandesa.​ Este cuerpo policial es administrado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, además de tener bajo su supervisión algunos organismos dependientes como el Servicio de Inteligencia Islandés.

Gran parte del equipo utilizado por la Policía Nacional de Islandia es importado: las armas provienen de Alemania, Austria y Estados Unidos; los vehículos oficiales son de marcas de origen alemán, japonés, británico, coreano, sueco, estadounidense y checo.​

Relaciones exteriores y fuerzas armadas

Islandia mantiene relaciones diplomáticas y comerciales con prácticamente todas las naciones, pero sus vínculos con los países nórdicos, Alemania, Estados Unidos, Canadá y otras naciones de la Organización del Tratado del Atlántico Norte son particularmente más estrechos. Históricamente y debido a constantes similitudes culturales, económicas y lingüísticas, Islandia es considerado políticamente como uno de los países nórdicos, y participa en la cooperación intergubernamental a través del Consejo Nórdico.​

También es miembro del Espacio Económico Europeo (EEE), que permite el acceso del país al mercado interior de la Unión Europea. Sin embargo, Islandia no es un miembro de esta organización, pero en julio de 2009, el Althing votó a favor de la solicitud de adhesión a la Unión Europea.​ Los funcionarios de este organismo señalaron el 2011 o 2012 como fechas de adhesión posible, aunque se canceló esta idea.​ El país también es un miembro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Islandia no cuenta con ningún ejército permanente. La Fuerza Aérea de los Estados Unidos mantuvo de cuatro a seis interceptores en la base de Keflavík hasta el 30 de septiembre de 2006, cuando fueron retirados.​ Islandia apoyó la invasión de Iraq de 2003, a pesar de la controversia surgida en el país, con el despliegue de un equipo de la Guardia Costera,​ que posteriormente fue sustituido por los miembros de la Unidad de Respuesta a Crisis Islandesa.

Islandia ha participado también en el conflicto en curso en Afganistán y el bombardeo de 1999 sobre la antigua Yugoslavia. A pesar de la actual crisis financiera, el primer bote patrulla fue comprado en abril de 2009, después de décadas sin ninguna adquisición de este tipo.​

Históricamente, sus principales controversias internacionales han surgido por desacuerdos sobre los derechos de pesca. La oposición británica a la ampliación de la zona económica exclusiva islandesa llevó a una serie de conflictos con el Reino Unido llamados las «Guerras del Bacalao»: de 1952 a 1956 como resultado de la ampliación de la zona de pesca de Islandia de 5,6 a 7,4 km desde la costa; de 1958 a 1961 tras una nueva prórroga que la extendió a 22,2 km; de 1972 a 1973 con una nueva marca de 92,6 km; y finalmente en 1975 la última extensión hasta 370,4 km.​

Economía

En 2008, el PIB nominal per cápita de Islandia fue el séptimo más alto del mundo (US$ 55 462), y el decimocuarto más alto en términos de paridad de poder adquisitivo (US$ 36 769).​ Excepto por sus abundantes fuentes de energía hidroeléctrica y geotérmica, Islandia carece de recursos naturales; históricamente su economía depende en gran medida de la industria pesquera, que todavía aporta el 40 % de los ingresos de exportación y emplea el 7 % de la fuerza de trabajo.​

La economía es vulnerable a la disminución de los recursos pesqueros y a la caída de los precios mundiales de sus principales exportaciones: pescado, productos marinos, aluminio y ferrosilicio. Pese a que aún depende en gran medida de la pesca, esta actividad está disminuyendo su importancia, desde un 90 % del total de las exportaciones que representaba en 1960, hasta el nivel del 40 % que tuvo en 2006.​

Hasta el siglo XX, Islandia fue uno de los países más pobres en Europa occidental. Sin embargo, su gran crecimiento económico le llevó a ocupar el primer lugar en el informe de la ONU sobre el Índice de Desarrollo Humano de 2007/2008,​ y la 14ª esperanza de vida más alta en el mundo con un promedio de 80,67 años.​ Muchos partidos políticos siguen estando en contra del acceso de Islandia a la Unión Europea, principalmente debido a la preocupación de los islandeses por perder el control sobre su economía y recursos naturales.​

La moneda de Islandia es la corona islandesa (ISK). Una amplia encuesta, lanzada el 11 de septiembre de 2007 por la empresa Capacent Gallup, demostró que el 53 % de los encuestados estaban a favor de la adopción del euro, un 37 % estaba en contra y el 10 % indeciso.​ En la última década, la economía islandesa se fue diversificando hacia el área de la manufactura y el sector servicios, incluyendo la producción de software, la biotecnología y los servicios financieros.

A pesar de la decisión de reanudar la caza comercial de ballenas en 2006, el sector del turismo se está expandiendo con las crecientes tendencias del ecoturismo y la observación de ballenas. La agricultura y ganadería de Islandia se basan principalmente en la producción de patatas, verduras (en invernaderos), productos lácteos y carne de cordero.​ El centro financiero del país es Borgartún, ubicado en la capital, el cual alberga un gran número de empresas y tres bancos de inversión. El mercado de valores del país, la Bolsa de valores de Islandia (SIE), se estableció en 1985.​

El sistema fiscal de Islandia tiene uno de sus pilares fundamentales en la imposición sobre la renta de las personas físicas. En 2008, la tasa media de este impuesto, fue del 35,72 %, descompuesta en un tipo estatal del 22,75 % y uno municipal del 12,97 %.​ La tasa de impuesto de sociedades es del 18 %, una de las más bajas del mundo.​ También destaca el impuesto al valor agregado con un tipo del 24,5 %. En 2006 se eliminó el impuesto sobre el Patrimonio.​ Los reglamentos laborales son relativamente flexibles. Los derechos de propiedad son fuertes e Islandia es uno de los pocos países donde se aplican a la gestión pesquera.​ Los contribuyentes pagan subsidios distintos entre sí, similar a lo que ocurre en países con estado de bienestar, aunque el gasto es menor que en la mayoría de países europeos.

Según la OCDE, la protección pública del sector agrícola es la más alta entre los países de esta organización, lo que significa un impedimento para un cambio estructural económico. Además, la atención de la salud y el gasto en la educación tienen una inversión relativamente pobre para los estándares de la OCDE. El Estudio Económica de Islandia 2008 publicado por esta organización destacó los desafíos que enfrenta Islandia en la moneda y en la política macroeconómica.​

La economía de Islandia fue gravemente golpeada por la crisis económica de 2008-2010, debido al colapso de su sistema bancario y la subsecuente crisis económica. Antes de la quiebra de los tres bancos más grandes del país, Glitnir, Landsbanki y Kaupthing, su deuda combinada excedía en más de seis veces el PIB nacional de US$ 19 mil millones.[90]​​ La Autoridad Supervisora Financiera de Islandia utilizó el permiso otorgado por el Althing para nacionalizar los tres bancos.​

El 28 de octubre de 2008, el gobierno islandés aumentó la tasa de interés a un 18 %, un movimiento obligado para poder conseguir un préstamo del Fondo Monetario Internacional. La inyección de dinero por parte del FMI resultó insuficiente, pero el comercio de coronas islandesas finalmente se restableció, con una devaluación que llevó a la moneda islandesa de una tasa de cambio de 70 ISK por euro a 250 ISK por euro. Esta devaluación permitió relanzar las exportaciones, principalmente de pescado y aluminio.​ El gobernador del Banco Central de Islandia declaró que el gobierno también acudió a Rusia para obtener un préstamo adicional de 4 000 millones de euros.​

El 26 de enero de 2009, el gobierno de coalición colapsó debido al descontento de la ciudadanía con la gestión de la crisis. A la semana siguiente, se formó un nuevo gobierno de izquierda que inmediatamente destituyó al gobernador del Banco Central, Davíð Oddsson, y varios de sus homólogos de otros bancos privados en quiebra.​ En las elecciones generales de abril de 2009, una mayoría de izquierdas se instaló en el parlamento y Johanna Siguroardottir fue elegida para encabezar el gobierno.

En 2010, se establece una asamblea constituyente de 25 miembros, «ciudadanos de a pie», para reformar la Constitución del país.​ Ese mismo año, el gobierno sometió a referéndum el pago de la deuda contraida por los bancos privados islandeses en quiebra con ahorradores del Reino Unido y Países Bajos, pero el 90 % de los ciudadanos se negó a asumirla. Solo fueron compensados los ahorradores islandeses afectados por la quiebra del banco Icesave.​

Infraestructura

Transporte

Islandia tiene un alto índice de automóviles per cápita: hay 1,5 vehículos para cada habitante, haciendo de este el principal medio de transporte.​ El país tiene 13 034 km de caminos, de los cuales 4617 km están pavimentados y los 8338 km restantes no. La mayoría de estos caminos sin pavimentar se encuentran en las áreas rurales y en pueblos pequeños. Los límites de velocidad son de 50 km/h en las ciudades, 80 km/h en caminos dentro de las zonas rurales y 90 km/h para las carreteras.​ En Islandia no existen vías férreas.

Þjóðvegur 1 o Hringvegur, completada en 1974, es la principal vía terrestre que corre alrededor de todo el país, conectando todas las partes habitadas de la isla.​ Esta vía, en su mayoría pavimentada, posee 1337 km de largo y un carril para cada dirección, excepto en las cercanías de las grandes poblaciones y en el túnel de Hvalfjörður, donde cuenta con más.​ Posee varios puentes, especialmente en el norte y el este, que solo poseen un carril y que están elaborados con madera o acero. En años recientes, se han construido varios túneles, lo que ha acelerado las comunicaciones.

El principal centro de conexión para el transporte internacional es el Aeropuerto Internacional de Keflavík, que atiende la demanda de Reikiavik y al resto del país;​ se encuentra ubicado a 48 km al oeste de la capital. Los vuelos nacionales, hacia Groenlandia y a las Islas Feroe son controlados desde el Aeropuerto de Reikiavik, el cual se encuentra cerca del centro de la ciudad. Existen 103 aeropuertos y pistas de aterrizaje registradas en Islandia; la mayoría de ellas sin pavimentar y localizadas en las áreas rurales.​ El aeropuerto más grande es el de Keflavík, y la pista de aterrizaje más grande es la de Geitamelur, una serie de cuatro pistas con alrededor de 100 km de extensión, ubicada al este de Reikiavik, utilizada exclusivamente para los planeadores.​

Energía

Las fuentes de energía renovables, principalmente la geotérmica y la hidráulica, proveen toda la electricidad requerida en el país​ además de cerca del 80 % de toda la energía utilizada por los islandeses,​ siendo el 20 % restante la que proviene de los combustibles importados utilizados para el transporte y la navegación.​​

Islandia espera ser autosuficiente en energía para el año 2050. Las centrales geotérmicas más grandes en el país son las de Hellisheiði y Nesjavellir, de la compañía estatal Orkuveita Reykjavíkur,​​ mientras que la central hidroeléctrica de Kárahnjúkar es la más grande de su tipo.​ La energía geotérmica es producida por la alta actividad volcánica en el subsuelo de la isla, que además de brindar energía eléctrica a los hogares islandeses, proporciona calefacción y agua caliente gratuita.​

Islandia nunca ha producido petróleo o gas natural. El 22 de enero de 2009, el gobierno anunció que concederá una serie de licencias para la exploración marítima en busca de reservas de hidrocarburos en la región noreste del país, conocida como Área Dreki.​ Islandia es uno de los pocos países que cuentan con estaciones de hidrógeno para vehículos con pila de combustible.​

Medios de comunicación

Las emisoras de televisión más grandes en Islandia son la paraestatal RÚV y las privadas Stöð 2, SkjárEinn e ÍNN. Existen estaciones más pequeñas con alcance local. Una de las principales aportaciones islandesas a la televisión es el programa infantil LazyTown (en islandés: Latibær), creado por Magnús Scheving. Este programa es transmitido de manera mundial por la cadena Nick Jr. en más de 100 países, incluyendo el Reino Unido, Latinoamérica y Suecia.​ El 17 de junio de 2010, el Althing aprobó una ley para proteger la libertad de expresión y de información de los periodistas y escritores, siendo una de las medidas de protección a los medios de comunicación más fuertes en el mundo.​​

La primera radiodifusora en el país comenzó sus operaciones en 1930 y para 1986 la primera estación privada, Bylgjan inició sus transmisiones. Actualmente, la radio tiene cobertura nacional, incluyendo el interior despoblado, con dos cadenas públicas y múltiples estaciones privadas.​ Rás 1, Rás 2 y Bylgjan son las estaciones más populares en el país.

El Internet es uno de los medios de comunicación que ha tenido mayor desarrollo en los últimos años. Para 2008, se estimó que existían cerca de 250 000 usuarios de Internet islandeses, es decir, más del 85 % de la población. El dominio oficial de Islandia es «.is».​ Los sitios de noticias en islandés más populares son Vísir y Mbl.is.​

La prensa escrita islandesa está representada por publicaciones como Morgunblaðið y Fréttablaðið. Morgunblaðið ha sido por mucho tiempo el periódico más leído, y en consecuencia, el más influyente en el país, vendiendo cerca de 50 000 copias al día. Por su parte, Fréttablaðið es un diario vendido exclusivamente en el área de Reikiavik, siendo una de las publicaciones más populares de la ciudad pese a sus pocos años en el mercado.​