⇐ Presentación

Geografía ⇒

Historia

Prehistoria

Se ignora si Escocia estuvo habitada durante el Paleolítico, ya que las sucesivas glaciaciones que cubrieron su actual territorio podrían haber destruido todas las evidencias de asentamientos humanos anteriores al periodo Mesolítico. Se cree que los primeros grupos de cazadores-recolectores llegaron hace unos 11 000 años, cuando los hielos de la primera glaciación comenzaron a retirarse hacia el norte. Los primeros asentamientos aparecieron en el territorio escocés hace aproximadamente 9500 años, y los primeros pueblos hace unos 6000. De este periodo data por ejemplo el asentamiento de Skara Brae, en la más grande de las islas Orcadas, que se encuentra en muy buen estado de conservación, así como otros restos de viviendas, enterramientos y centros rituales del Neolítico encontrados sobre todo en las islas escocesas. Esta abundancia de construcciones que han sobrevivido al paso del tiempo puede deberse a la ausencia de árboles en la zona, que permitió a los pobladores primitivos crear construcciones en la propia roca local.

Romanización de Escocia

La historia escrita de Escocia comienza con la romanización del centro-sur de Gran Bretaña (las actuales Gales e Inglaterra, que formaban la provincia de Britannia). Los romanos llamaron inicialmente Caledonia ("Tierra de Caledonios") a Escocia, por el inmenso bosque de pinos caledonios que se extendía de norte a sur y de este a oeste por todo el país. El principal pueblo asentado en aquella época en la región escocesa era el de los pictos, así llamados, aparentemente, por su costumbre de pintarse el cuerpo. Los escotos, por su parte, eran un pueblo de origen irlandés, también conocido como dalriadas, que se estableció en el oeste de Escocia. Durante este periodo existían por lo tanto dos reinos diferenciados: el del oeste de Escocia, Scotland, y el reino picto del este, Alba.

La romanización de Escocia fue un largo proceso con multitud de interrupciones: en el año 83 a. C., el general Cneo Julio Agrícola derrotó a los caledonios en la batalla del Monte Graupio,​​ lo que permitió la construcción de una cadena de fortificaciones conocida como Gask Ridge, cerca de la Falla de las Highlands (adentrándose más al norte, como lo testimonia el fuerte romano de Cawdor); poco después, sin embargo, los romanos se retiraron a los Southern Uplands ("Mesetas del Sur"), es decir, al tercio más meridional de Escocia, y comenzaron la construcción del Muro de Adriano para controlar a las tribus de la zona. Esta línea marcó durante casi todo el periodo de ocupación romana el límite septentrional del Imperio romano, pese a la construcción, más al norte aún, del Muro de Antonino. Esta frontera solo pudo ser defendida durante breves períodos, de los cuales el más tardío tuvo lugar entre los años 208 y 210, durante el mandato del emperador Septimio Severo. Con posterioridad se creó en el territorio la provincia romana de Valentia. En total, la ocupación de estas zonas de Escocia por parte de los romanos se extendió durante no más de 40 años, aunque la influencia latina en la parte más meridional, sobre todo entre las tribus de origen bretón, fue más duradera.

Historia medieval

El reino de los pictos (con sede en Fortriu hacia el siglo VI) experimentó un importante desarrollo durante la Edad Media, quizás como respuesta al propio imperialismo romano.​ Un hito importante en esta lucha por la supervivencia y la ampliación fue la batalla de Dunnichen (685), en la que los pictos derrotaron a las tribus de Northumbria durante el reinado de Bridei III (671-693). El reinado de Oengus I (732-761) fue igualmente un periodo de consolidación para el reino picto.​ El reino de los pictos ocupaba en esta época, según la descripción de Beda el Venerable, una extensión similar a la que después ocuparía el reino de los escotos durante el reinado de Alejandro I (1107-1124). Sin embargo, ya en el siglo X, el reino picto fue dominado por una cultura de origen gaélico, estableciendo el mito de la ascendencia irlandesa de la dinastía real de Cináed mac Ailpín (Kenneth MacAlpin o Kenneth I).​ En los siglos siguientes, partiendo desde su territorio original en el este de Escocia, al norte del fiordo de Forth y al sur del río Oykel, el reino picto logró controlar las tierras del norte y del sur. Hacia finales del siglo XII, los reyes de Alba habían añadido a su territorio el área angloparlante del sureste de Escocia y dominaban también las zonas de Galloway y Caithness; al final del siglo XIII, este reino se había extendido hasta alcanzar la extensión aproximada de la Escocia actual.

Sin embargo, ciertos procesos culturales y económicos iniciados en el siglo XII iban a hacer que durante la Baja Edad Media Escocia adquiriera rasgos bien diferentes. El principal impulso a esta transformación se produjo durante el reinado de David I de Escocia, que inició lo que se conoce como la Revolución davidiana. Esta es la época en la que se introduce el feudalismo en Escocia, se reorganizan las formas de gobierno y se fundan las primeras ciudades y pueblos con fueros propios (los llamados burghs). Estas instituciones, así como la inmigración de caballeros y clérigos franceses y anglo-franceses, facilitaron un proceso de "ósmosis cultural", durante el cual los territorios meridionales y costeros del reino de Alba se convirtieron en angloparlantes, como ya lo eran muchas de las tierras recién conquistadas en el sur; el resto del reino, en cambio, siguió conservando la lengua gaélica.​

La muerte de Alejandro III en 1286, seguida por la de su nieta Margarita I, rompió la línea sucesoria de la dinastía reinante. Esto llevó a la intervención de Eduardo I de Inglaterra, quien puso en el trono a su protegido Juan de Balliol. Cuando su relación se deterioró, se produjo un intento de conquista por parte de Inglaterra, que fue rechazado por William Wallace en la Guerras de independencia de Escocia. Por su parte, Robert the Bruce, conde de Carrick, se proclamó Rey de Escocia con el nombre de Roberto I de Escocia. La guerra con Inglaterra duró varias décadas, y la guerra civil entre los partidarios de la dinastía de Robert the Bruce (quien aseguraba ser descendiente de David I) y los partidarios de los Balliol, apoyados por Inglaterra, duró hasta mediados del siglo XIV. Pese a que la dinastía Bruce fue la vencedora, la ausencia de descendientes de su hijo David II permitió a su sobrino, Roberto II, ascender al trono y situar en él a la dinastía Estuardo.​ Los Estuardo gobernaron Escocia durante el resto de la Edad Media, un periodo de prosperidad que va desde el final del siglo XIV hasta la Reforma Protestante, pasando por el Renacimiento. Pese a ello, las luchas con Inglaterra continuaron, así como la división interna entre las Tierras Altas o Highlands y las Tierras Bajas o Lowlands.​

Historia moderna

La Edad Moderna se abrió en la historia escocesa con el Rough Wooing o "cortejo violento" (1544-1551), una serie de ofensivas militares intermitentes mediante las cuales Inglaterra pretendía forzar un casamiento entre María I Estuardo y Eduardo VI de Inglaterra, objetivo que finalmente no logró. Además, el siglo XVI es el siglo de la Reforma Protestante, encabezada en Escocia por figuras como John Knox y apoyada desde Inglaterra.

En 1603, Jacobo VI de Escocia y I de Inglaterra heredó el trono de Inglaterra y se convirtió en Jaime I de Inglaterra. Sin embargo, con la excepción de un breve periodo conocido como "Protectorado", Escocia continuó siendo un estado independiente, aunque sacudido por constantes enfrentamientos entre la corona y los Convenanters, sobre la forma de gobierno de la Iglesia. Tras la Revolución Gloriosa y el derrocamiento del católico Jaime VII de Escocia por Guillermo III de Inglaterra y su esposa María II (1688), Escocia amenazó con elegir a un rey protestante distinto al de Inglaterra.​ En 1707, sin embargo, tras las amenazas inglesas de cerrar el comercio con Escocia, se firmó el Acta de Unión, que certificaba la creación del Reino de Gran Bretaña.

Pese a esta unificación de los dos reinos, los defensores de la Casa de Estuardo, conocidos como jacobitas, seguían teniendo influencia en las Tierras Altas y en la zona noreste del país, especialmente entre los no presbiterianos. Sin embargo, los levantamientos jacobitas producidos en 1715 y 1745 no lograron apartar del trono británico a la Casa de Hannover. Dichos levantamientos sirvieron además como excusa para el desplazamiento masivo de los habitantes de las Tierras Altas o Highlands, en lo que se conoce como Highland Clearances.

Ilustración escocesa

La Ilustración o Escuela escocesa fue un movimiento cultural del siglo XVIII caracterizado por la destacada producción intelectual, científica, y cultural desarrollada en Escocia, sobre todo a partir de la segunda mitad de siglo. Usualmente vista como una Edad de Oro en la historia de Escocia, este movimiento significó la eclosión cultural de los escoceses, internacionalizándose y convirtiendo a Escocia en uno de los principales focos culturales de Europa.

Entre los productos más destacados de este movimiento se encuentran los logros en filosofía, economía, geología, ingeniería y sociología. Algunas de las principales figuras de la Ilustración escocesa fueron el filósofo Francis Hutcheson, el filósofo David Hume, el economista Adam Smith, el filósofo Thomas Reid, el antropólogo Lord Kames, Adam Ferguson, John Playfair, el químico Joseph Black, el geólogo James Hutton, el ingeniero James Watt y el lingüista Lord Monboddo.

Revolución industrial

Tras la Ilustración y la Revolución industrial, Escocia se transformó en uno de los centros comerciales, intelectuales y culturales de Europa. Glasgow y Edimburgo, sobre todo, se desarrollaron rápidamente a finales del siglo XVIII y durante el siglo XIX, con el paréntesis trágico de una gran hambruna (1846-1857) consecuencia de la misma plaga de tizón tardío (phytophthora infestans) que provocó la gran hambruna irlandesa (1845-1849). Este suceso, que afectó sobre todo a las tierras altas, provocó una gran emigración, pese a lo cual surgió una industria pesada en las riberas del río Clyde de construcción de navíos que transformó a Glasgow en la "Segunda ciudad del Imperio Británico" después de Londres.

La situación empeoró tras la Primera Guerra Mundial, en la que murieron un gran número de escoceses, provenientes sobre todo de las Highlands o tierras altas, pero en especial después de la Segunda Guerra Mundial, tras la cual la situación económica de Escocia empeoró muy rápidamente con la desaparición de un gran número de industrias que ya no eran competitivas en el mercado internacional.​ Sólo en las últimas décadas del siglo XX logró el país apuntar una recuperación económica y cultural, gracias al surgimiento de nuevos servicios financieros y del sector electrónico (en lo que se conoce como Silicon Glen), así como a los beneficios del petróleo y gas del mar del Norte.​

Movimiento independentista

El 1 de marzo de 1979 se celebró el referéndum escocés de 1979, que fue la primera consulta popular para la reinstauración del Parlamento escocés (cámara legislativa propia), tras su integración en la británica en 1707. La respuesta afirmativa no obtuvo la mayoría cualificada necesitada para validar dicha propuesta de la Ley de Escocia de 1978.

El 11 de septiembre de 1997 se realizó el referéndum escocés de 1997 para consultar a la ciudadanía escocesa sobre lo que se conoció como la "devolución" del Parlamento. El resultado fue afirmativo y al año siguiente se promulgaría la Ley de Escocia de 1998, por la que el Gobierno del Reino Unido concedía mayores niveles de soberanía a Escocia, restablecía el Parlamento Escocés, les permitía tener gobierno propio y devolvía a Edimburgo, simbólicamente, la Piedra de Scone. No obstante, todavía se mantenía como nación constituyente y región administrativa del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte.

El 18 de septiembre de 2014 se celebró otro referéndum, para decidir si Escocia debería ser un país independiente del Reino Unido. Tras un acuerdo entre el Parlamento Escocés y el Parlamento del Reino Unido, la pregunta formal de este referéndum fue: ¿Debe Escocia ser un país independiente? Sí o No. El resultado de la consulta obtuvo un 55,3 % de los votos para el "No". Pocos días antes de producirse el referéndum, algunas encuestas indicaban una pequeña ventaja para el "Sí". Sin embargo, los resultados del referéndum celebrado el 23 de junio de 2016 sobre la permanencia o no del Reino Unido en la UE han vuelto a plantear la opción de un nuevo plebiscito sobre la independencia de Escocia debido a que, a diferencia de Inglaterra y Gales, el voto mayoritario en esta región fue favorable a la permanencia dentro de la Unión Europea.​​​​

Gobierno y política

Dado que Escocia es uno de los países constituyentes del Reino Unido, el jefe de estado escocés es el monarca británico, es decir, la reina Isabel II del Reino Unido desde su coronación en 1952. En Escocia, la reina utiliza el título de Queen Elizabeth («Reina Isabel») en vez del de «Isabel II», dado que nunca ha habido una reina «Isabel I de Escocia».

Constitucionalmente, el Reino Unido es un Estado unitario con un Parlamento y un Gobierno soberanos. Tras la descentralización de poderes aprobada en referéndum en 1997, Escocia goza de un autogobierno limitado: el Parlamento Británico sigue conservando la capacidad de reformar, cambiar, ampliar o abolir el sistema de gobierno escocés a voluntad, por lo que puede considerarse que el Parlamento escocés no es realmente soberano.

El poder ejecutivo del Reino Unido recae en lo que jurídicamente se denomina Queen-in-Council ("La reina y sus consejeros"), mientras que el poder legislativo lo ostenta el Queen-in Parliament ("La reina y el Parlamento"). En la práctica política, el poder ejecutivo lo ostenta el Gobierno del Reino Unido, con el primer ministro a la cabeza, y el legislativo, el Parlamento del Reino Unido. Bajo el régimen de la descentralización de poderes, ciertas áreas del legislativo y el ejecutivo han sido transferidas al Gobierno de Escocia​​ y al Parlamento de Escocia,​ en Holyrood (Edimburgo). El Parlamento del Reino Unido, por su parte, mantiene su poder sobre los impuestos, seguridad social, ejército, relaciones internacionales, medios de comunicación y otras áreas explícitamente indicadas en la Scotland Act de 1998 como «materias reservadas».

El Parlamento escocés tiene autoridad legislativa para todas aquellas áreas relacionadas con Escocia, incluso para variar levemente los impuestos, aunque nunca ha ejercido dicho poder. También puede remitir asuntos relacionados con las competencias devueltas al Parlamento británico, para ser consideradas en el conjunto de la legislación del Reino Unido. En determinados asuntos, la legislación escocesa ha optado por soluciones distintas a las adoptadas en el conjunto del estado: por ejemplo, la educación universitaria y los cuidados para ancianos son gratuitos para los residentes de Escocia y comunitarios europeos, mientras que en el resto de Reino Unido se deben pagar unas tasas por los mismos servicios. Escocia fue también el primer país del Reino Unido en prohibir el tabaco en espacios públicos.

El Parlamento escocés es unicameral, y está compuesto por 129 miembros, 73 de los cuales representan a un distrito electoral o constituency, y son elegidos por el sistema de escrutinio uninominal mayoritario, los restantes 56 miembros son elegidos en solo ocho distritos electorales, mediante el sistema de representación proporcional; los cargos electos tienen una duración de cuatro años. Tras la elección del Parlamento, este propone a uno de sus miembros para ser nombrado Ministro Principal de Escocia (First Minister of Scotland o Prìomh Mhinistear na h-Alba) por la reina. El resto de los ministros también son propuestos por el Parlamento y aprobados por la Reina, y forman, junto con el Ministro Principal de Escocia, el Gobierno de Escocia, es decir, el poder ejecutivo escocés.

En las elecciones al Parlamento escocés de 2016, el Partido Nacional Escocés (Scottish National Party o SNP) pierde la mayoría absoluta, a diferencia de las elecciones de 2011 donde el SNP obtuvo la mayoría absoluta sin embargo logró liderar en un Gobierno en minoría.La líder del Partido Nacional Escocés, Nicola Sturgeon fue elegida Ministra Principal de Escocia,ndr. Otros partidos representados en el Parlamento escocés son el Partido Laborista c24 37 escaños, el Partido Conservador c31 15 esca, y el Partido Liberal Demócrata con 5 esca y e. El Partido Verde Escocés, codirigido por Patrick Harvie y Maggie Chapman. HapDona tien, onsd07.

Escocia tiene además representación en la Cámara de los Comunes del Reino Unido, con 59 representantes elegidos en función de los distritos electorales escoceses. La Scotland Office u "Oficina de Escocia", dirigida por el Secretario de Estado de Escocia, es el departamento del Gobierno Británico dedicado a tratar los asuntos relacionados con Escocia. Desde mayo de 2010, el cargo de Secretario de Estado para Escocia lo ocupa Michael Moore.

Divisiones administrativas

Las divisiones históricas de Escocia son muy variadas, e incluyen los condados, ducados, burghs (ciudades independientes con representación en el Parlamento de Escocia) y parroquias. En 1975 se puso en funcionamiento una división en regiones y distritos que sin embargo fue abolida en 1996. Desde entonces, a efectos administrativos Escocia está dividida en 32 council areas o "concejos",​ administradas por una autoridad unitaria responsable de todos los servicios locales. Los Community councils ("concejos comunitarios"), por su parte, son organizaciones informales que representan a determinadas subdivisiones dentro del concejo.

Existen otras subdivisiones distintas de Escocia para distintos fines. Así, hasta el 1 de abril de 2013, los sistemas de bomberos y de policía todavía se basaban en la división en regiones introducida en 1975. Para el sistema sanitario, para los distritos postales así como para otras organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, se mantienen subdivisiones geográficas diversas de larga tradición.

El estatus de ciudad en el Reino Unido viene determinado por una patente real.​ Hay siete ciudades en Escocia: Aberdeen, Dundee, Edimburgo, Glasgow, Inverness, Stirling​ y Perth.​

Derecho

Las leyes escocesas se basan en el Derecho romano,​ combinando elementos tanto del Derecho civil (que puede rastrearse hasta el Corpus Iuris Civilis latino), y del Derecho anglosajón, con origen en la Edad Media. El tratado de unión con Inglaterra de 1707 garantizaba la continuidad de dos sistemas legales distintos en Escocia, y en Inglaterra y Gales.​ Antes de 1611, existía una gran diversidad de leyes regionales en Escocia, entre las que destacaba la "Ley Udal", vigente en las Órcadas y en las islas Shetland, y que se derivaba del antiguo sistema legal noruego. Otros sistemas legales se derivaban, en cambio, de las leyes celtas o de las leyes de Brehon, y permanecieron vigentes hasta el siglo XIX.​​ El Derecho escocés tiene, por otra parte, una peculiaridad que lo hace único, al incluir un tercer veredicto posible además de "inocente" o "culpable": el de "no probado".[35]​​

La ley escocesa establece tres tipos de tribunales responsables de administrar justicia: tribunales civiles, criminales y heráldicos. El máximo ámbito de administración de justicia civil es el Court of Session, aunque pueden realizarse apelaciones civiles a la Cámara de los Lores del Reino Unido. El High Court of Justiciary, por su parte, es el máximo tribunal penal. Ambos se encuentran situados en la Parliament House, antigua ubicación del Parlamento de Escocia. La principal instancia civil y penal sin embargo son los sheriff courts: hay 49 sheriff courts activos en Escocia.​ Los Tribunales de Distrito fueron creados en 1975 para ofensas menores. Por último, el Court of the Lord Lyon regula el derecho heráldico.