Historia
Introducción
Sudáfrica cuenta con algunos de los yacimientos paleoantropológicos más antiguos de África, hace millones de años, estuvo habitada por grupos de Australopithecus africanus que sobrevivían recolectando raíces, frutos secos y vegetales, moluscos, cazando y pescando. Les sucedieron varias especies de Homo, incluyendo Homo habilis, Homo ergaster y el hombre moderno (Homo sapiens). Los bosquimanos desde hace 100.000 años y posteriormente los hotentotes actuales, fueron los primeros grupos humanos afincados. Durante la edad de hierro y hasta la actualidad, grupos humanos de raza negra se extendieron por el territorio.
Agricultores y ganaderos bantúes se establecieron en el s. IV y V al sur del río Limpopo. Más tarde se trasladaron más al sur, a la actual provincia de KwaZulu-Natal, donde se encuentra la fundición más antigua, que data del 1050. En el periodo histórico, el grupo étnico de los xhosa se estableció incluso más al sur, alcanzando el río Fish en lo que actualmente es la provincia Oriental del Cabo. Estas poblaciones más avanzadas desplazaron a los pobladores nativos cazadores-recolectores.
En el momento de la llegada de los europeos, la población indígena era el resultado de una inmigración procedente de otras partes de África, entre las que destacaban los pueblos xhosa y zulú. Si bien desde finales del siglo XV los europeos habían navegado cerca de las costas sudafricanas, solo en 1652 la Compañía Holandesa de las Indias Orientales estableció un pequeño asentamiento que se convertiría en Ciudad del Cabo. La ciudad se convirtió en colonia británica en 1806, lo que provocó que los bóeres (colonos originarios de Holanda, Flandes, Francia y Alemania) y los colonos británicos se adentraran hacia el norte y el este del territorio, lo que desencadenó en una serie de conflictos entre los afrikáner, los xhosa y los zulúes por la posesión del terreno.
El descubrimiento de yacimientos de diamantes y minas de oro ocasionaron el conflicto conocido con el nombre de Segunda Guerra Bóer, que enfrentó a británicos y bóeres por el control de los recursos minerales del país. Aunque los bóeres resultaron perdedores de la guerra, el Reino Unido concedió en 1910 una independencia limitada a Sudáfrica como colonia británica. En el interior del país, la élite blanca antibritánica llevó a cabo una serie de políticas con la intención de lograr la independencia total. La segregación racial fue tomando fuerza e impregnando la legislación sudafricana, instituyéndose el régimen que se conocería posteriormente con el nombre de apartheid, que estableció tres clases de estratificación racial.
El país alcanzó finalmente la independencia en 1961, cuando fue declarada la República de Sudáfrica. El gobierno continuó legislando según el régimen del apartheid, a pesar de la oposición tanto exterior como interior. En 1990, el gobierno sudafricano comenzó una serie de negociaciones que terminaron con las leyes discriminatorias y con la convocatoria de las primeras elecciones democráticas en 1994. Tras las elecciones el país volvió a unirse a la Mancomunidad de Naciones.
Colonización europea
Primeras expediciones europeas
La historia escrita de Sudáfrica comienza con la llegada de los portugueses. En 1487 Bartolomé Díaz fue el primer europeo en alcanzar el punto más austral de África, y lo denominó Cabo das Tormentas (Cabo de las Tormentas) debido al mal tiempo que experimentó en la región. Sin embargo, cuando volvió a Lisboa cargado de noticias sobre el descubrimiento, el monarca Juan II de Portugal quiso cambiarle el nombre por el de Cabo da Boa Esperança (Cabo de Buena Esperanza) y prometió establecer desde ese punto una ruta marítima para que los portugueses pudieran ir a buscar las riquezas de la India. Más tarde el gran poeta portugués Luís de Camões inmortalizó el viaje de Bartolomé Díaz en el poema épico Os Lusíadas, concretamente con el personaje mitológico Adamastor, el cual simboliza las fuerzas de la naturaleza que los navegantes portugueses tuvieron que superar durante la circunnavegación de los cabos.
Los primeros relatos escritos de la historia de Sudáfrica se obtuvieron de los primeros navegantes y los náufragos supervivientes. Durante los dos siglos posteriores a 1488 los marineros portugueses realizaron algunos pequeños acuerdos de pesca en dicha costa, pero no se conserva ningún documento escrito sobre estos.
Colonización europea a partir del siglo XVII
Se establecen los neerlandeses
El 6 de abril de 1652, Jan van Riebeeck estableció un puesto de avituallamiento en el cabo de Buena Esperanza para la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales en el continente africano, para abastecer a los barcos de alimentos, agua y atención para los marineros enfermos.
Durante los siglos XVII y XVIII la pequeña colonia se fue extendiendo lentamente, principalmente bajo la soberanía neerlandesa. Los colonos finalmente se toparon con los pueblos Xhosa en expansión en la región del río Fish. Es entonces cuando se desencadenaron una serie de guerras llamadas las guerras de Fronteras del Cabo, originadas por conflictos por la tierra y los víveres. Para aliviar la escasez de trabajadores en el Cabo, se trajeron esclavos de Indonesia, Madagascar e India. Los descendientes de estos esclavos, que a menudo se casaron con colonos neerlandeses, fueron luego clasificados junto con los descendientes de los san como mestizos del cabo y malayos del Cabo, constituyendo casi la mitad de la población de la provincia del Cabo Occidental.[cita requerida]
Gradualmente, los neerlandeses se impusieron a los khoikhoi arrebatándoles sus arroyos, tierras y ganado. Incorporaron a los nativos como mano de obra agrícola o miembros de las milicias. La estructura política de los khoikhoi no era suficientemente fuerte como para resistir. El esclavo no tenía derecho legal alguno, y a diferencia de los esclavos de América, muy pocas posibilidades de alcanzar la libertad mediante su conversión al cristianismo. La Compañía tenía tal necesidad de mano de obra que en la primera década de asentamiento trajo esclavos de su imperio oriental y de regiones a ambos lados de África.
En el Cabo, la liberación obligatoria de los conversos al cristianismo sirvió de impedimento a la conversión al cristianismo y volvió más atractiva la conversión al islamismo por razones no solo religiosas sino también políticas. Los esclavos de la Compañía o los residentes en los pueblos tenían cierta posibilidad de practicar oficios. Los esclavos de los granjeros estaban bajo un control más estricto. Las esclavas no tenían la opción del matrimonio, pero sí era frecuente el concubinato con hombres blancos.
El Cabo se convirtió en una sociedad dividida en grupos claramente definidos desiguales ante la ley, y los negros libres nunca fueron lo suficientemente numerosos u organizados como para romper las barreras. Los empleados de la Compañía y los granjeros blancos establecieron un predominio defendido por la ley y reforzado por la libre inmigración. Los blancos mantendrían su predominio por más de tres siglos y medio, pese a varios intentos de emancipación.
Los británicos en el Cabo
Gran Bretaña ocupó el área del cabo de Buena Esperanza en 1797 durante la cuarta guerra anglo-neerlandesa. Los neerlandeses declararon la bancarrota, y los británicos se anexionaron la Colonia del Cabo en enero de 1806. Los británicos continuaron con sus guerras contra los Amaxhosa, empujando la frontera oriental al este, siguiendo una línea de fuertes establecidos a lo largo del río Fish y consolidándola promoviendo nuevos asentamientos británicos. Debido a la presión de las sociedades abolicionistas de Gran Bretaña, el parlamento británico primero paró su comercio de esclavos en 1806, para posteriormente abolir definitivamente la esclavitud en todas sus colonias en 1833.
Los descubrimientos de diamantes en 1867 y el oro en 1886 animaron el crecimiento de la economía y la inmigración, lo que intensificó la subyugación de los nativos. Los bóeres resistieron con éxito el asedio de los británicos en la primera guerra bóer (1880-1881), basada en tácticas que aprovechaban mejor las condiciones locales. Por ejemplo, los británicos llevaban brillantes uniformes rojos, haciéndoles objetivos más fáciles para los tiradores Bóer.[cita requerida] Durante la segunda guerra Bóer (1899-1902) los británicos regresaron en mayor número. El intento de los Bóer para aliarse con los alemanes de África del Sudoeste fue otra razón para controlar a las repúblicas bóeres. Los bóeres se resistieron con fiereza, pero los británicos finalmente derrotaron a las fuerzas bóeres, usando su superioridad numérica y el abastecimiento externo de equipamiento, además de la controvertida táctica de tierra quemada. El tratado de Vereeniging declaraba la soberanía británica sobre la totalidad de las repúblicas sudafricanas, y el gobierno británico acordó asumir la deuda de 3 millones de libras de los gobiernos Afrikáner.[cita requerida] Una de las principales disposiciones del tratado era que a los negros no se les permitiría votar, salvo en la Colonia del Cabo.[cita requerida]
Después de cuatro años, se creó la Unión Sudafricana a partir de la Colonia del Cabo, la Colonia de Natal y las repúblicas del Estado Libre de Orange y el Transvaal (estas dos últimas anexionadas después de la Guerra de los Bóeres en la Colonia del Río Orange y el Transvaal), el 31 de mayo de 1910, justo diez años después del fin de la segunda guerra bóer. En 1934, el partido sudafricano y los partidos nacionales se fusionaron para formar el partido unificado, que buscaba la reconciliación entre los Afrikaners y los blancos angloparlantes, pero se escindió en 1939 a raíz de la decisión sobre la entrada del país en la Segunda Guerra Mundial como aliado del Reino Unido.
Apartheid
El ala más conservadora del Partido Nacional simpatizaba con la Alemania nazi durante la guerra, y buscó una segregación racial o apartheid mayor después de la guerra. En 1948, el Partido Nacional llegó al poder. Abogando un sistema segregacionista y racista, éste inició el apartheid, palabra que en Afrikáans significa "separación". Se creó un vasto sistema jurídico y social para separar a las razas blanca y negra, con ventaja para la primera, a la que se le otorgaba privilegios políticos, económicos y sociales:
- Derecho de voto, reservado únicamente para los blancos,
- Sólo los blancos podían viajar libremente por el país,
- Era legal que un blanco ganara más que un negro por el mismo trabajo,
- Los negros debían vivir en zonas alejadas de los blancos,
- Los negros debían estudiar en escuelas separadas de los blancos, y su educación debía ser limitada, etc.
En 1960 después de la masacre de Sharpeville, Verwoerd llevó a cabo un referéndum pidiendo a la población blanca que se pronunciara a favor o en contra de la unión con el Reino Unido. El 52% votó en contra. Sudáfrica se independizó del Reino Unido, pero siguió siendo miembro de la Commonwealth. Su permanencia en esta organización se hizo cada vez más difícil, pues los estados africanos y asiáticos, indignados por el apartheid, intensificaron su presión para expulsar a Sudáfrica, que finalmente se retiró de la Commonwealth el 31 de mayo de 1961, fecha en que se declaró la República de Sudáfrica. Fue readmitida en la Mancomunidad de Naciones (Commonwealth) en 1994, después de la victoria de Nelson Mandela en las elecciones presidenciales.
Con el paso de los años, el apartheid provocó repudio, rechazo e indignación en el mundo entero. Numerosos países rompieron relaciones diplomáticas y comerciales con Sudáfrica, generando un creciente aislamiento del gobierno sudafricano. El país fue excluido de Miss Universo, de Miss Mundo, de los Juegos Olímpicos, de las Copas Mundiales de fútbol, rugby y otras competiciones deportivas. Dentro de Sudáfrica, los movimientos anti-apartheid, especialmente el Congreso Nacional Africano o CNA, iniciaron campañas de resistencia, huelgas, marchas, protestas y sabotajes que fueron reprimidos con dureza por las fuerzas del gobierno.
En 1989 se produjo un golpe palaciego dentro del Partido Nacional. En él, el Presidente Pieter Botha fue desplazado por Frederik De Klerk, y éste inició el desmantelamiento del apartheid. Se levantó la proscripción que pesaba sobre el Congreso Nacional Africano y otras organizaciones políticas de izquierda, y se liberó a Nelson Mandela tras 27 años de prisión. La legislación del Apartheid fue gradualmente retirada. En un referéndum de 1993, los blancos aceptaron otorgarle el derecho al voto a la mayoría negra, y al año siguiente, en 1994, se realizaron las primeras elecciones democráticas del país. Nelson Mandela fue electo presidente por mayoría absoluta en representación del CNA, partido que se ha mantenido en el poder desde entonces. El aislamiento internacional que pesaba sobre el país llegó a su fin.
Mandela se convirtió en un símbolo de la lucha contra el apartheid dentro y fuera del país y una figura legendaria que representaba la falta de libertad de todos los habitantes negros de Sudáfrica.
Instauración del nuevo régimen
La transición democrática se vio facilitada por un proceso único de la reconciliación y Ubuntu: la Comisión para la verdad y la reconciliación (Sudáfrica), presidida por el premio Nobel de la Paz (1984), el arzobispo anglicano de Ciudad del Cabo, Desmond Tutu, fue creado en 1995 y cerró su informe en 1998. La Comisión examinó los delitos graves contra los Derechos Humanos cometidos por todas las partes bajo el Apartheid, y podría conceder la amnistía a los criminales (“perpetradores”).
A pesar del fin del apartheid, millones de sudafricanos negros continúan actualmente viviendo en la pobreza, en parte a causa de los problemas heredados del régimen del apartheid y debido también a que los gobiernos post-apartheid han tenido las manos atadas en los temas económicos, los cuales durante la transición fueron gestionados casi exclusivamente por los miembros del gobierno saliente. De esta forma los blancos pierden el control político pero se aseguran mantener sus privilegios económicos. Sin embargo, la política de vivienda llevada a cabo por el CNA ha producido alguna mejora en las condiciones de vida en muchas regiones, si bien la desigualdad entre las distintas clases sociales es todavía muy grande, comparada con los estándares de otros países.
Aunque la economía está más diversificada, la exportación de oro y diamantes sigue siendo la fuente de ingresos más importante del país. Actualmente el gobierno de Sudáfrica está también empeñado en realizar una vasta reforma agraria para aliviar la tensión social y las desigualdades raciales. Esta reforma consiste en la devolución de tierras por parte de los blancos a los negros, a los cuales se las arrebataron en la época colonial (cerca de un 80% de las tierras cultivables aún están en manos de los blancos[cita requerida]). La reforma avanza con lentitud: menos del 10% de las tierras han sido devueltas[cita requerida], por lo que el Gobierno del país ha decidido obligar a los blancos a vender las tierras por un precio razonable o expropiarlas en un corto período. Pero existe en algunos sectores de la sociedad, también, un gran temor a que la impaciencia de la población negra por tener tierras lleve a una reforma desordenada y caótica, lo que podría repetir la desastrosa reforma agraria realizada en la vecina Zimbabue, que arruinó la agricultura y causó una terrible hambruna en ese país.
El futuro de Sudáfrica parece incierto. La alarmante ola de criminalidad (50.000 homicidios por año, proporcionalmente, 8 veces más que en los EE. UU.) y la nueva legislación creada por el CNA, que prohíbe a los blancos ocupar numerosos puestos de trabajo, ahora reservados a los negros, están empujando a miles de blancos a abandonar el país. Hoy en día sigue siendo uno de los países con las tasas de desigualdad más altas del mundo. Desde el fin del Apartheid en 1994 hasta la actualidad ya han emigrado casi un millón de blancos. Los altos índices de delincuencia y la creciente sensación de que el CNA no ha sabido gobernar bien el estado, no hacen más que agravar la incertidumbre.
Jacob Zuma, actual líder del CNA, un político que fue acusado de corrupción y violación (cargos que fueron retirados), es presidente de Sudáfrica desde el 9 de mayo de 2009, cuando fue elegido por la Asamblea Nacional después de que su partido obtuviese el 70% de los votos en las elecciones.
El 17 de agosto del 2012 se produjo una masacre de mineros en Lanmin, quienes reclamaban mejores condiciones de trabajo, fueron asesinados por un grupo de policías armados con fusiles automáticos y ametralladoras, pereciendo en el incidente 34 trabajadores mineros, siendo la peor masacre desde el fin del Apartheid.
Casi un centenario, Nelson Mandela falleció el 5 de diciembre de 2013. Al año siguiente se cumplieron 20 años del fin del Apartheid, con alrededor de 20 millones de sudafricanos (un 40% de la población) nacidos libres, que son la primera generación en crecer sin recuerdos del Apartheid.
Source: https://es.wikipedia.org/wiki/Sud%C3%A1frica