Description
Valencia (oficialmente y en valenciano València, AFI: [vaˈlensia]) es un municipio y una ciudad de España, capital de la provincia homónima y de la Comunidad Valenciana.
Con una población de 790 201 habitantes (INE, 2016), que asciende a 1 550 885 habitantes si incluimos su conurbación, es la tercera ciudad y área metropolitana más poblada de España, por detrás de Madrid y Barcelona.
Anteriormente, Valencia fue también capital de la extinta comarca de la Huerta de Valencia, comarca que en 1989 se disgregó para formar las comarcas de la Huerta Norte, Huerta Sur, Huerta Oeste y ciudad de Valencia, quedando así constituida como la única ciudad-comarca de la Comunidad Valenciana.
Valencia fue fundada por los romanos como colonia en el año 138 a. C., siendo cónsul Décimo Junio Bruto Galaico, y se denominó Valentia Edetanorum. Varios siglos después, en el año 711, los musulmanes ocuparon la ciudad aportando su lengua, religión y costumbres, como la implantación de sistemas de riego y la introducción de nuevos cultivos. En 1238 el rey cristiano Jaime I de Aragón reconquistó la ciudad, y repartió las tierras entre los nobles que le ayudaron a conquistarla, tal y como queda testimoniado en el Llibre del Repartiment, así como también creó una nueva ley para la ciudad, los Fueros de Valencia, los cuales se hicieron extensivos al resto del reino de Valencia. En el siglo XVIII, Felipe V derogó los fueros como castigo al reino de Valencia por alinearse con los austracistas en la Guerra de Sucesión española. En 1982 se instituyó a Valencia como la capital de la actual Comunidad Valenciana, tal y como recoge el Estatuto de Autonomía.
La ciudad está situada a orillas del río Turia, en la costa levantina de la península ibérica, justo en el centro del golfo de Valencia, aunque en el momento que los romanos la fundaron, se encontraba en una isla fluvial del Turia, a unos cuatro kilómetros de distancia del mar. A unos diez kilómetros al sur de la ciudad se encuentra la Albufera de Valencia, la cual es propiedad del Ayuntamiento de Valencia desde 1911 cuando la compró a la Corona de España por 1 072 980,41 pesetas. La albufera es uno de los lagos más grandes de España, ya que tiene cerca de 2100 hectáreas de superficie, a las cuales hay que añadir una extensión de 14 100 hectáreas de marjal dedicadas al cultivo del arroz. Debido a su valor cultural, histórico y ecológico, este paraje natural fue el primer parque natural que declaró la Generalidad Valenciana, en 1986.
En la actualidad la economía de la ciudad se centra en los servicios, ya que cerca del 84 % de la población activa ocupada pertenece al sector servicios. No obstante, la ciudad mantiene una base industrial, con un porcentaje de población ocupada del 5,5 %. Por otro lado, las actividades agrícolas, aun teniendo una importancia relativamente menor con sólo el 1,9 % de la población activa ocupada, perviven en el término municipal con un total de 3973 hectáreas, las cuales están ocupada en su mayor parte por cultivos de huerta y cítricos.
Su casco histórico es uno de los más extensos de España, con aproximadamente 169 hectáreas, y gracias a su patrimonio histórico y monumental y sus diversos espacios escénicos y culturales la convierten en unas de las ciudades con mayor afluencia de turismo nacional e internacional de todo el país. Entre sus monumentos más representativos se encuentran el Miguelete, la Catedral, las Torres de Serranos y de Quart, la Lonja de la Seda, declarada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1996, y la Ciudad de las Artes y las Ciencias. También hay que destacar que el Museo de Bellas Artes de Valencia es el museo pictórico más importante de la Comunidad Valenciana siendo por su relevancia uno de los primeros de España, al igual que el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), el cual tiene por objetivo el investigar y difundir el arte del siglo XX.
Debido a su larga historia, esta es una ciudad con innumerables fiestas y tradiciones, entre las que caben destacar las fallas, las cuales fueron declaradas como fiestas de interés turístico internacional el 25 de enero de 1965 y Patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad por la UNESCO el 30 de noviembre de 2016 , y el Tribunal de las Aguas, también declarado en 2009 como Patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad. Además de esto, Valencia ha sido, y es en la actualidad, escenario de diversos eventos mundiales que han contribuido a configurar la ciudad y darle proyección internacional, como han sido la Exposición Regional de 1909, la 32.ª y la 33.ª Copa América de vela, el Gran Premio de Europa de Fórmula 1, el Open 500 de tenis, y el Global Champions Tour de Hípica.
Desde 2015, el alcalde es Joan Ribó, de Coalició Compromís, que llegó a la alcaldía gracias a un pacto de gobierno de su formación con PSPV y València en Comú.
Turismo de ocio
El Turismo realmente comenzó con el boom de principios del siglo XX, momento en el que los habitantes de Valencia comenzaron a disfrutar del entorno que les rodeaba, principalmente las zonas costeras de la Malvarrosa y el Cabañal, donde se construyeron casas de segunda residencia, e incluso un balneario. En esta época, era costumbre de la gente importante poseer alguna de estas casas, para su uso y poder invitar a sus familiares y amigos. Un caso muy destacado es el escritor valenciano Blasco Ibáñez, y sus conocidas reuniones con pintores y filósofos de la época. Transcurrida la guerra civil se produjo un segundo boom turístico, cuando se mejoraron las antiguas playas de pescadores, aumentando la oferta de alojamientos y servicios de las playas para convertirlas en verdaderos centros turísticos.
Aunque en realidad el verdadero boom turístico de la ciudad ocurrió a finales del siglo XX y principios del XXI, ya que fue en esta época cuando se construyeron los nuevos iconos arquitectónicos y culturales de la ciudad, como por ejemplo el Palacio de la Música, la Ciudad de las Artes y las Ciencias, el Palacio de Congresos o el Bioparc. En esta época se celebraron también varios eventos deportivos y culturales importantes, en particular las dos ediciones de la America's Cup y el Gran Premio de Europa de fórmula 1 en el circuito urbano de Valencia.
Turismo de negocios
El Palacio de Congresos, diseñado por el arquitecto inglés Norman Foster, fue inaugurado por los reyes de España en 1998 y cuenta con 15 581 m², dotado de 3 auditorios o salas de conferencias, 9 salas de comisiones, y una sala de exposiciones de 1 077 m². Este edificio está concebido para la realización de todo tipo de eventos y convenciones tanto de carácter nacional como internacional, especialmente grandes congresos y conferencias. La cubierta de 8 200 m² del edificio destaca por la presencia de láminas fotovoltaicas para producir electricidad y está sustentada por pilares de vidrio, piedra y alabastro, contando con una marquesina de 18 metros de altura.
Desde su puesta en marcha en el año 1998 hasta el 2011, el Palacio de Congresos ha acogido más de 2 000 eventos con 1,5 millones de asistentes, lo cual ha supuesto un impacto económico de más de 700 millones de euros para la ciudad de Valencia.Llegando a ser reconocido en el año 2010 como la mejor sede congresual del mundo, al recibir el World´s Best Convention Centre, máximo galardón de la Asociación Internacional de Palacios de Congresos.
Por su parte, la Feria Muestrario Internacional de Valencia (Feria Valencia) es la institución organizadora de certámenes feriales más antigua de España, ya que fue fundada en el año 1917. La feria de muestras está ubicada en la pedanía valenciana de Benimámet, y fue remodelada y ampliada recientemente, por obra del arquitecto José María Tomás Llavador, convirtiéndose en la institución ferial con el cuarto recinto más grande del mundo. Feria Valencia organiza más de un centenar de certámenes, ferias y eventos cada año, motivo por el cual constituye una de las más importantes dentro del circuito europeo.
Los sectores que regularmente celebran ferias en este recinto están el agrícola, el de productos de alimentación, el del mueble, el turístico, el de formación y empleo, etc. En el año 2010 Feria Valencia contabilizó más de un millón trescientos mil visitantes de todo el mundo y más de doce mil expositores participaron en sus certámenes (entre directos y representados). Por lo que el impacto económico de Feria Valencia en su entorno se estima entre unos 700 y 800 millones de euros anuales.
Patrimonio histórico-artístico
Monumentos y edificios religiosos
Catedral
La catedral de Valencia está dedicada por deseo de Jaime I, siguiendo la tradición del siglo XIII, a Santa María, siendo consagrada el año 1238 por el primer obispo de Valencia posterior a la reconquista, Fray Andrés de Albalat. Se encuentra sobre la antigua mezquita de Balansiya, que a su vez se había alzado sobre la antigua catedral visigótica. El estilo constructivo predominante de esta catedral es el gótico valenciano o mediterráneo, aunque también contiene elementos del románico, del gótico francés, del renacimiento, del barroco y neoclásico.
Contiene algunas de las primeras y mejores pinturas del quattrocento de toda la península ibérica, que llegaron de Roma a través de artistas contratados por Alejandro VI. Este último Papa valenciano, cuando todavía era el cardenal Rodrigo de Borja, hizo la petición para elevar la sede valentina al rango de Metropolitana, categoría que le fue otorgada por el papa Inocencio VIII en 1492. En su interior se venera el Santo Cáliz, fechado del siglo I, y dado a la catedral por el rey Alfonso el Magnánimo en 1436.
Su torre campanario es conocida como "El Miguelete". La construcción de la Torre se inicia en 1381 y finaliza en 1429. Debido a su complejidad, fue dirigida por varios maestros de obra, siendo el primero Andrés Juliá, desde 1381, y los siguientes, entre otros, José Franch (1396), Pedro Balaguer (1414, constructor de las Torres de Serranos) hasta Martín Llobet (1425), el último de los arquitectos que intervino en la construcción. Posteriormente se construye la espadaña (1660 - 1736).
Basílica de la Virgen
Durante el siglo XVII se levantaron en Valencia numerosas construcciones barrocas, la mayor parte religiosas, y se transformaron tanto interior como exteriormente antiguos edificios góticos. La Real Capilla de la Virgen de los Desamparados, con categoría de Basílica desde 1872, fue realizada entre 1652 y 1666 por Diego Martínez Ponce de Urrana, a partir de los diseños realizados por los más importantes artífices del momento, aprobados y muy posiblemente, orientados por Juan Gómez de Mora, Maestro Mayor del rey.
A principios del siglo XX, se planteó la posibilidad de realizar una majestuosa ampliación de la Basílica. Por ello, el prelado convocó un concurso de ideas en el año 1932, que ganó Vicente Traver. Según su proyecto, el nuevo edificio tendría la cúpula más alta de la ciudad, y sería de las más grandes de Europa. Pero durante la guerra civil ocurrió el incendio de la Basílica, y la obra no se llevó a cabo. Décadas después se retomó la idea, pero al comenzar las obras en la parte trasera de la Basílica, actual plaza de la Almoina, se descubrieron ruinas romanas, visigodas y árabes, por lo que el proyecto quedó definitivamente paralizado.
Santa Catalina Mártir
El templo dedicado a Santa Catalina Mártir, sito en la plaza Virgen de la Paz, se levantó sobre una mezquita anterior y en 1245 ya había adquirido el rango de parroquia. Consta de una sola nave, con contrafuertes laterales entre los que se colocaron las capillas. Es la única de las iglesias góticas de la ciudad con girola en la cabecera, igual que la catedral.
En el siglo XVI el edificio fue revestido con decoración clasicista al gusto renacentista y, tras un pavoroso incendio sufrido en 1548, parcialmente reconstruido. En 1785, siguiendo la moda imperante, se le dio un aspecto barroco. En la década de 1950 se llevaron a cabo obras de repristinación para devolverle su fisonomía gótica original, para lo cual se despojó a los muros de todo el ornamento barroco y neoclásico.
El campanario fue construido entre 1688 y 1705 por Juan Bautista Viñes, cuyo nombre aparece grabado en una lápida conmemorativa que podemos ver en su base. Obra maestra del barroco valenciano, es de planta hexagonal, y su alzado se divide en cuatro pisos separados por molduras, más el cuerpo de campanas y el remate superior.
Real Parroquia de los Santos Juanes
La primitiva iglesia de los Santos Juanes se alzó en el arrabal de la ciudad conocido como la Boatella, donde e ubicaba una antigua mezquita. La antigua ermita fue levantada antes de 1240 sobre la mezquita. Estaba situada extramuros de la ciudad árabe, cerca de las puertas de Bab al-Qaysariya y de la Culebra, cuando se construyó la muralla cristiana quedó incluida ya dentro de Valencia.
De su antigua estructura gótica queda la nave y el gran óculo cegado, conocido como "la O de Sant Joan", que fue concebido como un gran rosetón en una de las fachadas. En 1592 la iglesia sufrió un aparatoso incendio que obligó a una reconstrucción casi total a lo largo de los siglos XVII y XVIII. Destaca, por lo infrecuente, la amplia fachada del mercado, concebida como un grandioso retablo de piedra sobre una terraza que domina la plaza frente a la lonja, formando un conjunto urbanístico único. La preside la escultura de la Virgen del Rosario, obra en estuco de Jacopo Bertesi, y sobre ella se alza la torre del reloj, flanqueada por los dos Santos Juanes y coronada por el famoso "pardal de Sant Joan" (pájaro de San Juan), la veleta a la que, según cuenta la tradición, se hacía mirar a los niños cuando sus humildes padres los abandonaban en la plaza. En la parte baja de la terraza se abren "les covetes de Sant Joan" (las cuevas de San Juan), semisótanos en lo que antaño se ubicaban chatarrerías y tiendas de viejo. En el templo nuevamente levantado predicó San Vicente Ferrer y allí ofreció su primer sermón en el día de San Juan Bautista.
El interior del templo es de una desbordante imaginación barroca, con estatuas de Bertesi que representan a personajes de las Doce Tribus de Israel, y sobre todo el conjunto de los frescos que ejecutó Antonio Palomino en la bóveda. Este templo se declaró BIC (bien de interés cultural) mediante el Decreto en el BOE del 26 de febrero de 1947.
El 19 de julio de 1936, durante la guerra civil, fue pasto de las llamas y sus efectos aún perduran. Las pinturas se hallan en estado lastimoso, ya que fueron quemadas o ennegrecidas por el humo de los incendios, si bien se está trabajando en su recuperación desde hace décadas.
San Juan del Hospital
La iglesia de San Juan del Hospital fue la primera iglesia construida en Valencia, tras la Catedral, como un priorato de los caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén. Su fundación se debe a la concesión, realizada por el rey Jaime I en la época de la conquista de Valencia al caballero sanjuanista Hugo de Folcalquier, lugarteniente del Maestre de su orden en la Corona de Aragón, de unos terrenos junto a la puerta de la Xerea, para establecer allí esta sede prioral. Aquí se levantaron varios edificios: una iglesia dedicada a San Juan Bautista; el hospital correspondiente a la labor asistencial específica de esta orden militar, la cual recibió el nombre "de Jerusalén, del Hospital, de Rodas y de Malta"; un convento; y un cementerio propio para los caballeros difuntos del hospital. Todo se construyó entre los años 1238 y 1261, terminándose totalmente lo conventual antes de 1316.
La iglesia está precedida de un patio decorado con cuadros cerámicos del Vía Crucis, donde se conservan estos restos arquitectónicos y elementos sueltos de los edificios que componían la fundación. La verdadera iglesia ocupa una superficie de 36 metros de longitud por 19 metros de anchura, y está compuesta por una bóveda apuntada con plementería de piedra sobre gruesos fajones que se apoyan en ménsulas, y una cabecera poligonal de cinco lados techada con crucería, donde se encuentra el presbiterio. Este fue levantado a fines del siglo XIII y está iluminado por ventanas rasgadas de estilo ojival; la central más ancha, con tracerías y decorada con columnillas adosadas. Sobre los nervios de piedra, las bóvedas son de ladrillo a tizón y en sus paramentos extremos, son obra posterior, del siglo XIV, dos altas capillas que perforan los muros con arquivoltas ojivales y se desarrollan entre los contrafuertes.
Las capillas laterales son la mayor parte a modo de grandes arcosolios que se abren a la nave por ojivas cistercienses sobre columnillas adosadas, protegidas por un alfiz moldurado. Sus bóvedas de piedra debieron estar pintadas con frescos que sólo se conservan parcialmente, en espera de restauración, en la primera parte del evangelio. Las dos últimas de este lado son más amplias y están techadas con crucería diagonal. En el testero subsisten dos tramos de una logia con bóveda de crucería que se abre a los pies de la nave.
Monasterio de San Miguel de los Reyes
Este monasterio es una importantísima obra del renacimiento valenciano que según algunos autores puede ser considerado como precedente del monasterio de El Escorial, siendo como este, monasterio jerónimo, foco cultural e iglesia conmemorativa de la memoria de su fundador. La primera piedra fue colocada en 1548 por el obispo y el Fernando de Aragón, duque de Calabria. La construcción del monasterio se prolongó durante el siglo XVII, iniciándose la iglesia del monasterio a partir de 1601.
En 1821 la desamortización del trienio liberal suprimió la comunidad jerónima. El edificio, según la Real Orden de 2 de julio de 1821 se habilitó como Casa de Beneficencia y Corrección. En 1823 se produjo el regreso de los frailes, que realizan algunas obras menores. En 1835 se produce la exclaustración definitiva, pasando el monasterio y sus propiedades a manos del Estado. Tras la desamortización, las obras de arte y libros que quedaban después de haber sido objeto de saqueo en la Guerra de la Independencia, fueron trasladados al Museo de Bellas Artes de Valencia y buena parte de los libros, entre los que se encuentran los procedentes de la valiosa biblioteca del Duque de Calabria, se destinaron a la Biblioteca Universitaria. Tras usos como presidio, escuela o almacén, entre 1997 y 2000 fueron realizadas las obras de rehabilitación del conjunto para su destino de sede de la Biblioteca Valenciana.
Cruces de término
Estas cruces, que en la Corona de Aragón se solían denominar peirones y en otros lugares humilladeros, se situaban en los caminos para marcar los límites de la ciudad. El Ayuntamiento de Valencia posee la titularidad de todas las cruces ubicadas dentro de su término municipal, así como el de algunas cruces que están fuera de él, como la cruz cubierta del camino a Barcelona, situada en Almacera, y la cruz cubierta de Mislata.
La cruz cubierta del Camino Real de Játiva, se encuentra en el antiguo Camino Real de Játiva, actual calle San Vicente. Es una obra gótica realizada en el año 1376 (siglo XIV) por un autor desconocido. Entre los años 1432 y 1435 (siglo XV) el maestro de obras Juan del Poyo y el tallista Johan Llobet renovaron la cruz por cuenta de la Fábrica de Murs e Valls, y en el siglo XVI el templete volvió a restaurarse y en 1898 (siglo XIX) José Aixá realizó una reconstrucción completa de la obra. Otra cruz es la del camí del Mar, situada en la actualidad en un pequeño jardín en la avenida del Puerto, la cual en origen era de una cruz de término gótica, aunque la cruz de piedra ha desaparecido y ha sido sustituida por una de hierro. Lo que sí que se conserva es el pedestal y las imágenes que lo adornan, aunque en bastante mal estado. Entre 1423 y 1424 trabajó en ella Martí Llobet y en 1428 su hijo Joan Llobet.
Otras cruces son la de Pinedo, la cual es una reproducción moderna de la cruz original realizada en 1995 por el escultor valenciano Jesús Castelló, la cruz de término de la avenida de Cataluña, inaugurada el 3 de mayo de 1965 y situada en la salida de Valencia por la antigua autopista de Barcelona, la cruz de término de la Pista de Silla, realizada por el escultor Antonio Sacramento en 1965 y la cruz de término de la avenida de las Cortes Valencianas.
Monumentos y edificios civiles
Edificios góticos
El edificio de la Lonja de la Seda es una obra maestra del gótico civil valenciano situada en el centro histórico de la ciudad. Declarada el año 1996 como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, se encuentra situada en la plaza del Mercado, número 31, frente a la Iglesia de los Santos Juanes y del Mercado Central de Valencia.
La Lonja se construyó entre los años 1482 y 1548, y su primer constructor fue Pere Compte entre los años 1483 y 1498 sobre el modelo de la Lonja de Palma de Mallorca, constituyéndose en un edificio emblemático de la riqueza del siglo de oro valenciano (siglo XV) y muestra de la revolución comercial durante la Baja Edad Media, del desarrollo social y del prestigio conseguido por la burguesía valenciana. En la parte alta del otro lado del patio hay un artesanado que cubre el Consulado del Mar. Los domingos hay un mercadillo de coleccionistas de sellos y monedas, y quizá sea esta la única actividad que todavía tiene alguna relación con la función original del edificio.
Otro edificio de estilo gótico-renacentista es el Palacio de Benicarló, actual sede de las Cortes Valencianas. Este edificio es una mansión aristocrática, la cual se construyó en el siglo XV como residencia de la familia Borja en la capital del antiguo reino de Valencia. Entre los años 1485 y 1520, se realizaron actividades de adaptación de varios edificios preexistentes, así como la construcción de la escalera de piedra del patio por Pere Compte. El cuidado de la obra y sus transformaciones dirigidas a una mayor habitabilidad estuvo delegado en los más destacados arquitectos y artistas activos en la capital. En definitiva, su análisis permite entender su devenir entre unas aspiraciones grandilocuentes y un olvido inicuo.
El Palacio de la Generalidad Valenciana también es un edificio tardogótico con intervenciones renacentistas que data del siglo XV. La construcción del Palacio se inició en el año 1421, ampliándose en el siglo XVI con una gran torre por el arquitecto Montano. En 1831 se instaló la audiencia territorial, que en 1922 pasó a ser la Diputación Provincial. Desde 1947 a 1951 se realizó una restauración.
- Las puertas de las murallas
Las Torres de Serranos son una de las doce puertas que custodiaban la antigua muralla de la Ciudad de Valencia. Su nombre parece provenir de que están situadas aproximadamente al noroeste del casco antiguo y, por lo tanto, eran la entrada natural que comunicaba con los caminos que iban a Los Serranos.224 Los jurados de Valencia encomendaron su construcción al maestro Pere Balaguer, quien se inspiró en otras puertas góticas de Cataluña, como la Puerta Real del Monasterio de Poblet, que se inspiraba en el estilo arquitectónico genovés. Comenzaron las obras el 6 de abril de 1392 sobre los terrenos del anterior pórtico, y en marzo de 1398 finalizaron las obras.
Las Torres de Quart, un par de torres gemelas, también formaban parte de la muralla medieval que rodeaba el casco antiguo de la ciudad de Valencia, cuya función era defender la ciudad. Estas torres están situadas en el cruce de la calle Guillén de Castro con la Calle Quart. Las Torres de Quart fueron construidas por los "mestres en el noble art de la pedra" Francesc Baldomar y Pere Compte en el siglo XV, entre los años 1441 y 1460. En las obras también intervinieron Tomás Oller y Jaume Pérez. El estilo de las torres es gótico tardío militar, imitando a las Torres o Arco del Triunfo del Castell Nuevo de Nápoles.
Edificios barrocos y neoclásicos
El Palacio del Marqués de Dos Aguas, tal y como se conoce en la actualidad, es producto de una radical reforma llevada a cabo sobre la antigua casa solariega de los Rabassa de Perellós, titulares del marquesado de Dos Aguas, en la década de 1740 (siglo XVIII) en un acusado estilo rococó. En un lateral del Palacio se abre la puerta principal, realizada en alabastro por Ignacio Vergara sobre diseño de Hipólito Rovira. Presidida por la imagen de la Virgen, desde ella descienden dos caudales de agua en alusión al título de los marqueses, con dos atlantes a los lados que simbolizan dos ríos, todo con aspecto de desbordante voluptuosidad. Alberga el Museo Nacional de Cerámica y de las Artes Suntuarias González Martí.
Otro edificio de esta época es el Palacio de Justicia de Valencia, en origen Casa de la Aduana Real, el cua se construyó en la época de Carlos III entre los años 1758 y 1802. Cuando el edificio era la Aduana Real pasaba por él todo el comercio marítimo que se dirigía a Valencia, ya que era uno de los polos económicos de la España del siglo XVIII. En 1828 el edificio pasó a ser la fábrica de tabacos y en 1914 se convirtió en sede del Palacio de Justicia.
La plaza de toros de Valencia fue construida entre los años 1850 y 1860 (siglo XIX) en el solar de una plaza anterior que por problemas de presupuesto nunca llegó a terminarse. Es neoclásica, inspirada en la arquitectura civil romana, el teatro de Flavio Marcelo (Coliseo), o el anfiteatro de Nimes (Francia). Fue construida por el arquitecto valenciano Sebastián Monleón Estellés. Se trata de un cuerpo poligonal de 48 lados, con más de 17 metros de altura y 52 de diámetro del ruedo. Con estas dimensiones la hacen una de las plazas más grandes de España.
El modernismo
La Casa Consistorial de Valencia integra en una manzana de planta ligeramente trapezoidal, dos construcciones de época y estilo bien diferenciados: la Casa de Enseñanza, edificada por iniciativa del arzobispo don Andrés Mayoral, entre 1758 y 1763; y el cuerpo de edificio (la fachada principal), realizada entre la segunda y tercera décadas del siglo XX en un marcado estilo modernista. El 1 de marzo de 1962 a través del decreto 474/1962 (BOE 9-03-62) se declaro el edificio como bien de interés cultural (BIC), a la vez que también fue declarada monumento histórico-artístico de carácter nacional.
Otro de los edificios modernistas más importantes de Valencia es la estación del Norte, construida entre los años 1906 y 1917, aprovechando las transformaciones urbanísticas de la ciudad a finales del siglo XIX para instalarse en un enorme solar restante. Es uno de los monumentos más emblemáticos de la arquitectura civil de la ciudad. La obra, diseñada por el arquitecto Demetrio Ribes se enmarca en el estilo modernista, donde se aprecian las influencias de la vertiente europea de la Sezession, caracterizada por un modernismo de líneas rectas en contraposición a las formas sinuosas más típicas del modernismo valenciano.
El edificio del Mercado Central también es otra construcción de estilo modernista y se empezó a construir en el año 1914 por Francesc Guàrdia i Vial y Alexandre Soler i March, ambos formados en la Escuela de Arquitectura de Barcelona y habiendo trabajado en el equipo de colaboradores de Domènech i Montaner, arquitecto que se caracterizó por un estilo propio dentro de las líneas del modernismo. Este edificio combina el metal, las cúpulas, el vidrio, las columnas, al recuerdo gótico del modernismo, como si de una catedral del comercio se tratara, combinando muy bien con la vecina Lonja de los Mercaderes. En el centro del edificio se aprecia una gran cúpula coronada por una veleta.
El Mercado de Colón es otro claro ejemplo de arquitectura modernista de principios de siglo XX. Este mercado lo diseño y realizó el arquitecto Francisco Mora Berenguer entre los años 1914 y 1916. El mercado se inauguró el 24 de diciembre de 1916, día de Nochebuena, y según crónicas de los diarios municipales, este fue un evento espectacular: de la plaza de Toros salió una cabalgata formada por la Guardia Municipal Montada, con los timbales y clarines de la ciudad, la Roca de la Fama, los vendedores del mercado, los grupos «La pesca», «Aves y carnes» y «Flores, frutas y hortalizas», una carroza ocupada por la Reina de la Fiesta acompañada por su corte de honor. La Banda Municipal y una sección de la Guardia Civil cerraron el festejo. Hay que destacar que el edificio del mercado se declaró Monumento Nacional.
En la zona porturia se encuentra otra de las obras más importántes del modernismo valenciano, los tinglados del puerto de Valencia. El autor e impulsor de los mismos fue el Ingeniero Federico G. de Membrillera, subdirector del puerto de Valencia a finales del siglo XIX. Hasta la segunda mitad del siglo XIX, la única infraestructura portuaria existente en el puerto de Valencia había sido un sencillo muelle de madera, y con motivo del incremento del tráfico de mercancías en el puerto, se vio la necesidad de ampliar las infraestructuras, por lo que se planificó la construcción de 6 tinglados. A pesar de que los ingenieros exigían que primara la ornamentación, la falta de presupuesto en aquella época simplificó el proyecto. A pesar de ello destaca la decoración modernista, con relieves alusivos al comercio y la navegación y mosaicos cerámicos policromos sobre temas valencianos típicos.
La obra de Santiago Calatrava
El puente Nueve de Octubre se construyó en la década de los ochenta del siglo XX por el entonces todavía no reconocido arquitecto valenciano Santiago Calatrava, siendo esta la primera obra del arquitecto en la ciudad. Este puente destaca por la originalidad de sus formas y por las cuatro esculturas abstractas que adornan sus entradas.
Otra obra diseñada por Santiago Calatrava es el conjunto formado por el puente de la Exposición y la estación de metro de la Alameda, la cual está situada bajo el viejo cauce del río Turia al cual hay que bajar para acceder a la estación. Estas obras se inauguraron en el año 1995. Como nota curiosa cabe destacar que la construcción de ambos elementos fue simultánea, realizándose la obra de la estación de metro en su emplazamiento definitivo, mientras que la del puente se realizó en terrenos próximos y se trasladó con posterioridad a su ubicación actual sobre la estación.
Finalmente hay que destacar el complejo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, diseñado por Santiago Calatrava y Félix Candela, una de las zonas más populares de la ciudad. Este complejo se fue inaugurando a lo largo de una década, desde el 16 de abril de 1998 cuando se inauguró el Hemisférico, hasta el 31 de octubre de 2009 con la apertura del Ágora, aunque actualmente aún se están ultimando algunos destalles de este edificio debido a problemas de derribo en la cara externa de su construcción.
Cultura
Valencia ha sido durante siglos fuente y refugio cultural. Ha sido, por ejemplo, el segundo centro de producción y difusión de tebeos en España, tras Barcelona y por delante de Madrid, gracias a editoriales como Valenciana y Maga, que permitieron el florecimiento de la denominada Escuela Valenciana de historieta. Actualmente las manifestaciones culturales son muy abundantes, lo cual está relacionado con la esencia de la ciudad mediterránea, ya que muchas de estos actos se suelen dar en espacios abiertos, apoyados y promocionados tanto por organismos oficiales como por privados.
Museos, archivos y bibliotecas
La ciudad de Valencia, rica en monumentos y espacios arquitectónicos de gran interés, cuenta con más de cincuenta museos y salas de exposiciones, de los cuales muchos se crearon gracias a la contribución de particulares mediante donaciones y colecciones privadas.
Los museos de artes plásticas más importantes de la ciudad son el museo de Bellas Artes San Pío V y el IVAM (Institut Valencià d'Art Modern), los cuales son espacios en los que pueden verse colecciones permanentes, exposiciones temporales y donde se desarrollan distintas actividades pensadas para todos los ciudadanos y los visitantes que se acercan a la ciudad. Son gestionados por diversas administraciones públicas, corporaciones y asociaciones privadas.
El museo Nacional de Cerámica y de las Artes Suntuarias González Martí, instalado en antiguo Palacio del Marqués de Dos Aguas, imponente edificio barroco, contiene la colección de objetos de cerámica más completa en España, y unas de las más importantes de Europa.
También hay varios museos históricos, como la Casa de las Rocas, la cual fue construida en el siglo XV para servir de museo, el museo de Historia de Valencia, inaugurado el 7 de mayo de 2003 en un edificio que fue en origen el primer depósito de aguas de Valencia, el cual lo construyeron Ildefonso Cerdá y Leodegario Marchessaux a partir de un diseño original de Calixto Santa Cruz, o el museo de la Almoina, el cual fue inaugurado el 20 de diciembre de 2007, en el subsuelo de la plaza homónima, donde se exponen numerosos restos arqueológicos datados de las distintas civilizaciones que han habitado la ciudad, es decir, restos romanos, visigodos e islámicos.
Las colecciones del museo paleontológico también son históricas. Expuestas desde el 1908 en el museo del Almudín y actualmente en el museo Paleontológico, en los jardines de Viveros, en las que pueden verse singulares piezas geológicas y paleontológicas, el museo de ciencias naturales, el museo taurino (junto a la plaza de toros), el museo del arroz o el museo fallero (principalmente en horario fallero).
Otros están dedicados a valencianos ilustres, como al insigne escritor Blasco Ibáñez en su casa museo, situado en su antiguo chalet de la playa de la Malvarrosa, o la casa museo Benlliure, en la calle Blanquerías, y la más reciente de todas, la casa museo Concha Piquer, en la calle Ruaya.
El arte de vanguardia encuentra su espacio más antiguo en la Sala Parpalló, dependiente de la Diputación de Valencia, la cual se fundó en el año 1980, siendo pionera en atender al arte contemporáneo. El referente de modernidad es la Ciudad de las Artes y de las Ciencias, ya que aglutina varias disciplinas de arte y cultura en un mismo espacio, incluyendo varios museos, acuarios, salas de exposiciones, salas de proyección y espacios lúdicos, tanto abiertos como en instalaciones acondicionadas.
En Valencia existen también 39 bibliotecas municipales, con más de 300.000 volúmenes, entre las que destacan la Biblioteca Pública de Valencia y la Biblioteca Valenciana, cuya sede se encuentra en San Miguel de los Reyes. Además de esto, en la capital del Turia se encuentran el Archivo del reino de Valencia, el cual contiene seis siglos de la historia de Valencia, primero como reino y actualmente como comunidad autónoma, el cual está gestionado por la Generalidad Valenciana, aunque el estado conserva la titularidad de los fondos documentales y del edificio, y el Archivo Histórico Municipal de Valencia, el cual está ubicado en el Palacio de Cervelló, y contiene los fondos documentales de la ciudad.
Artes escénicas
En Valencia existe una red pública de teatros, la cual comprende el Principal, el Rialto, el Talía y la Sala Moratín, aunque también hay otros teatros privados, como el Olympia. Además, en Valencia se celebran una gran variedad de acontecimientos relacionados con el mundo de la interpretación y las artes escénicas. Uno de estos certámenes es el Festival Internacional de Cine de Valencia-Cinema Jove, un festival impulsado por la Conselleria de Cultura desde el año 1995, y cuya finalidad es el ser una plataforma para los jóvenes cineastas. Cinema Jove está reconocido por la Federación Internacional de Productores de Filmes (FIAPF), y es miembro de la Coordinadora Europea de Festivales de Cine.
El Festival Tirant Avant, es el festival del audiovisual y las nuevas tecnologías. Lo organiza cada año la Agencia de Información, Formación y Fomento del Audiovisual, con el apoyo de Tatzen Gestión y Producción Audiovisual, Feets Gestió de Projectes, y Metadissenyvoluntady. Este festival es el fruto del espíritu y la experiencia de las once ediciones de los PREMIOS TIRANT en la Industria Audiovisual Valenciana y su meta consiste en crear un puente entre la producción tradicional y los nuevos formatos.
Aunque el festival de cine internacional más importante de la ciudad era la Mostra de València, un referente para el cine del área mediterránea. Desde el año 1980 al 2011 la Mostra se celebró ininterrumpidamente cada año, hasta la 31.ª edición, cuando el Ayuntamiento decidió dejar de organizarla. Los diversos premios otorgados en la sección oficial representaban una palmera, además de incluir el nombre de los galardonados en el particular paseo de la fama de Valencia, el cual se inauguró en la XXV edición de la Mostra de València en el paseo marítimo de la ciudad.
En el año 2003 también comenzó a celebrarse otro acontecimiento de este tipo, el València Escena Oberta (VEO), con el cual se pretendía impulsar y acercar cada vez más las artes escénicas al ciudadano, así como apoyar y promover a los estudiantes del sector. Los actos enmarcados en este certamen se desarrollaban por toda la ciudad (calles, estaciones del metro, viejas fábricas, teatros, etc.). El VEO estuvo bajo la dirección del actor y político Toni Cantó, hasta el año 2006, cuando le sucedió la periodista Mariví Martín, la cual permaneció en el cargo hasta el año 2011, momento en el que se suspendió el certamen como medida de lucha contra el déficit municipal.
El Valenciano apitxat
En Valencia, además de hablarse el castellano (idioma oficial de España), se habla el valenciano, el cual es la lengua propia y cooficial del conjunto de la Comunidad Valenciana, y por lo tanto también de la ciudad, según el Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana. La institución que regla el valenciano es la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL), la cual dictamina que el valenciano es el nombre que el Pueblo Valenciano da a la lengua conocida internacional y académicamente como catalán.
El valenciano característico de esta ciudad es el apitxat, dialecto del área metropolitana de Valencia. Pese a estar muy influido por el castellano, el apitxat conserva ciertas características antiguas que se han perdido en el resto de los dialectos valencianos, como por ejemplo:
- El ensordecimiento de las alveolares y palatales sonoras, como en casa, tretze y metge ['kasa, 'tretse, 'metxe] (casa, trece y médico, respectivamente).
- El que conserve formas arcaicas del plural, las cuales mantienen la n original latina, como en hòmens [homes] (hombres) o jóvens [joves] (jóvenes).
- El que tenga una cierta tendencia a la diptongación de la o inicial átona (cuando se constituye en sílaba) por au: aulor [olor] (olor), aufegar [ofegar] (ahogar), aubrir [obrir] (abrir).
- El ensordecimiento de las consonantes sibilantes sonoras. Esto quiere decir que la /z/ sonora de casa se pronuncia como en castellano "casa" y la africada palatal /dʒ/ de gent o fetge se articula sorda igual que el fonema /tʃ/ (como la "ch" del castellano): generalitat > "cheneralitat", fetge > "feche".
Música
Las bandas de música son algo fundamental para la capital del Turia, ya que son uno de los principales elementos identitarios de la música valenciana. Todos los meses de julio, desde el año 1886, se celebra el Certamen Internacional de Bandas de Música Ciudad de Valencia, en el cual desfilan por los escenarios del Palacio de la Música y la Plaza de Toros más de 2 000 músicos.
Otro acontecimiento musical de la ciudad de Valencia es el MTV winter, el cual es un concierto de música patrocinado por la televisión musical por antonomasia, la MTV. Cada año, desde el 2008, todos los inviernos se celebra en la explanada de la Ciudad de las Artes y las Ciencias un macroconcierto gratuito, en el que han participado grupos como The Cure, en el 2008, Franz Ferdinand, en el 2009, Arctic Monkeys, en el 2010, o My Chemical Romance y Sum 41, en el 2011.
Además de esto, es importante destacar que Valencia cuenta en el viejo cauce del río Turia con dos edificios destinados a la música de primer orden. El primero de estos edificios es el Palacio de la Música, sede de la orquesta de Valencia. Desde su inauguración, el 25 de abril de 1987, se ha consolidado como uno de los centros musicales más importantes del conjunto de España. El edificio cuenta con varias salas para conciertos, congresos, exposiciones, espectáculos y proyecciones de cine entre otras actividades. La acústica del Palacio, y en especial la de su sala José Iturbi, ha sido elogiada por muchos de los músicos que han actuado en ella. En ella han actuado los principales solistas internacionales y han tenido lugar algunos acontecimientos irrepetibles: entre ellos, el que fue último concierto dirigido por el que muchos consideran el mayor director de orquesta de la historia, Carlos Kleiber, y el concierto a 20 pianos que en 2011 celebró de forma conjunta el 20 aniversario de dos instituciones de referencia para la música valenciana, Clemente Pianos y los cursos de Musikeon.
El otro edificio es el Palacio de las Artes Reina Sofía,261 el teatro de la ópera de Valencia y sede de la orquesta de la Comunidad Valenciana. Es obra de Santiago Calatrava y forma parte del complejo arquitectónico de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Fue inaugurado el 8 de octubre de 2005 por la reina Sofía, aunque la primera ópera no se interpretó hasta el 25 de octubre de 2006, para lo que se eligió la opera Fidelio de Beethoven.
Historia
Edad antigua
Recientemente se han encontrado restos arqueológicos de los siglos IV y III a. C. Estos son los testimonios más antiguos de la presencia humana en la comarca. Investigaciones recientes han permitido conocer que Valencia y su entorno, hoy incluido dentro del entorno urbano, formaban parte de una ruta comercial de cerámica de lujo.
Valencia es una de las ciudades más antiguas de España, ya que se fundó con el nombre de Valentia Edetanorum por unos dos mil colonos romanos en el año 138 a. C., en tiempos del cónsul Décimo Junio Bruto Galaico. Esta era una ciudad clásicamente romana en su concepción, ya que se ubicó en un lugar estratégico cerca del mar, una isla fluvial atravesada por la Vía Augusta, que comunicaba la actual Andalucía (Bética) con la capital del imperio (Roma). El núcleo principal de la ciudad se localizaba en el entorno de la actual plaza de la Virgen. Allí se encontraba el foro y el cruce del Cardo y el Decumano, que eran y siguen siendo los dos ejes principales de la ciudad. El Cardo corresponde a las actuales calles Salvador-Almoina y el Decumano a la calle de los Caballeros.
Durante la guerra entre Cneo Pompeyo Magno y Quinto Sertorio, en el año 75 a. C., se destruyó la ciudad de Valenctia, la cual no volvió a reconstruirse hasta pasados unos 50 años. Tras este periodo de abandono, la ciudad recuperó su población y comenzó a construir grandes obras de infraestructura, ya en el siglo I, lo cual propició que a mediados de siglo la ciudad viviera un periodo de gran crecimiento urbano. Aunque pasados los siglos, en el siglo III, Valencia vivió una nueva época de decadencia. Finalmente, durante los últimos años del Imperio romano, en el siglo IV, la ciudad comenzó a conformar una primitiva comunidad cristiana.
Edad Media
- Época visigótica
Unos siglos después, coincidiendo con las primeras oleadas de pueblos germánicos y con el vacío de poder dejado por la administración imperial, la iglesia asumió las riendas de la ciudad y los edificios de culto cristiano fueron reemplazando los antiguos templos romanos. Con la invasión bizantina del sudoeste de la península en 554 la ciudad cobró una importancia estratégica, instalándose en ella contingentes militares visigodos.72 Tras la expulsión de los bizantinos en el 625 se inicia una etapa oscura, mal conocida por la historia y apenas documentada por la arqueología, que parece testimoniar un tono de vida urbana muy bajo. Durante el período visigótico fue sede episcopal de la iglesia católica, sufragánea de la archidiócesis de Toledo que comprendía la antigua provincia romana Cartaginense en la diócesis de Hispania.
- La Balansiya musulmana
La etapa inmediatamente posterior a la conquista musulmana del año 711, constituye un periodo oscuro de la ciudad del que no se cuenta con gran información. Pese a esto, se conoce que Abd al-Rahman I (primer emir de Córdoba) ordenó destruir la ciudad, aunque varios años después Abd allah al-Balansi, hijo de Abd al-Rahman I, ejerció una especie de gobierno autónomo sobre el área valenciana. Entre sus decisiones destaca la orden de construir en las afueras de la ciudad un lujoso palacio, la Russafa, origen del barrio del mismo nombre, y del que por el momento no se ha encontrado resto alguno. En esta época la urbe recibió durante unos siglos el nombre de Medina al-Turab, ciudad del barro o del polvo, por el estado de abandono en que se encontraba.
El mayor auge de la ciudad empezó con los reinos de taifas (siglo XI), uno de los cuales era el de Valencia. La ciudad creció, y en tiempos de Abd al-Aziz (siglo XI) se edificó una nueva muralla de la cual se conservan restos por toda Ciutat Vella. El noble castellano Rodrigo Díaz de Vivar (el Cid Campeador) entró en Valencia, quedando la ciudad en manos de tropas cristianas entre los años 1094 y 1102 estableciendo un señorío independiente en Valencia. Tras la muerte del Cid, su esposa Jimena, convertida en señora de Valencia, consiguió defender la ciudad con la ayuda de su yerno Ramón Berenguer III durante un tiempo. Pero en mayo de 1102, ante la imposibilidad de defender el principado, la familia y gente del Cid abandonaron Valencia con la ayuda de Alfonso VI, no sin antes desvalijar e incendiar la ciudad. Así, Valencia fue conquistada al día siguiente de nuevo por los almorávides, que restauraron el culto musulmán.
La decadencia del poder almorávide coincidió con el ascenso de una nueva dinastía norteafricana, los almohades, que se hicieron con el control de la península a partir del año 1145, aunque su entrada en Valencia se vio frenada por Ibn Mardanis, monarca de Valencia y Murcia, hasta el año 1171 momento en el que finalmente la ciudad cayó en manos de los norteafricanos.
- La reconquista cristiana
En 1238, la ciudad fue conquistada por Jaime I con la ayuda de tropas de las órdenes militares. Tras la victoria cristiana, la población musulmana fue expulsada y la ciudad repartida entre aquellos que habían participado en la conquista, de lo que queda testimonio en el Llibre del Repartiment. Jaime I otorgó a la ciudad unas nuevas leyes, los Fueros de Valencia (els Furs), que años después hizo extensivas a todo el reino de Valencia. A partir de este momento, comenzó en la ciudad una nueva etapa histórica de la mano de una nueva sociedad y de una antigua lengua (valenciano), las cuales sentaron las bases del pueblo valenciano tal y como se conoce hoy en día.
Según los datos sobre la capitulación de la ciudad, el reino de Valencia tenía una población de 120 000 musulmanes, 65 000 cristianos y 2 000 judíos y gracias a la capitulación y los pactos que a ella llevaron, la población valenciana pudo mayoritariamente seguir en sus tierras. Así, según el historiador árabe Hussein Mones de la Universidad de El Cairo, estas fueron las palabras que el rey Zayan dijo a Jaime I en el momento que le entregó las llaves de la ciudad:
"En la ciudad de Valencia conviven musulmanes, gente noble de mi pueblo, junto a cristianos y judíos. Espero que sepáis gobernarlos para que continúen viviendo en la misma armonía y para que trabajen esta noble tierra conjuntamente. Aquí, durante mi reinado, salían procesiones de Semana Santa y los cristianos profesaban su religión con toda libertad, ya que nuestro Corán reconoce a Cristo y a la Virgen. Espero que vos concedáis el mismo trato a los musulmanes de Valencia."
La ciudad pasó por graves aprietos a mediados del siglo XIV. Por un lado, la peste negra de 1348 y las sucesivas epidemias de años siguientes, que diezmaron a la población, y por otro lado, se sucedieron una serie de guerras y revueltas, como la Guerra de la Unión, una revuelta ciudadana contra los excesos de la monarquía encabezada por Valencia como capital del reino, así como la Guerra con Castilla, que obligó a levantar a toda prisa una nueva muralla para contener, en dos ocasiones (en los años 1363 y 1364), el ataque castellano. En estos años la convivencia entre las tres comunidades que ocupaban la ciudad (cristiana, judía y musulmana) fue bastante conflictiva. Los judíos, instalados en torno a la calle de la Mar, habían progresado económica y socialmente, y su barrio fue ampliando progresivamente los límites a costa de las parroquias contiguas. Por su parte, los musulmanes que permanecieron en la ciudad tras la conquista fueron instalados en una morería junto al actual mercado de Mosen Sorell. En 1391 una turba descontrolada asaltó el barrio judío, lo que supuso la práctica desaparición de esta comunidad y la conversión forzosa de sus miembros al cristianismo. En 1456, de nuevo un tumulto popular asaltó también la morería, aunque sus consecuencias fueron de menor trascendencia.
- El Siglo de Oro valenciano
El siglo XV fue una época de apogeo económico, cultural y artístico para la ciudad. A lo largo de este siglo se produjo también un crecimiento demográfico que hizo de Valencia la ciudad más poblada de la Corona de Aragón.71 La industria local (con los textiles a la cabeza) alcanzó un gran desarrollo. En esta época también se creó la Taula de canvis, banca municipal de apoyo de las operaciones comerciales. A finales de siglo se erigió la Lonja de la Seda y de los Mercaderes. La ciudad se convirtió en un emporio comercial que atrajo a mercaderes de toda Europa.
Este auge económico se reflejó en el plano artístico y cultural. Se levantaron a lo largo de esta época algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad, como las torres de Serranos (1392), la Lonja (1482), el Miguelete o la capilla de los Reyes del convento de Santo Domingo. En pintura y escultura las tendencias flamencas e italianas tuvieron influencia sobre algunos artistas como Lluís Dalmau, Gonçal Peris o Damian Forment. En literatura, al amparo de la corte de Alfonso el Magnánimo floreció la producción escrita, de la mano de autores como Ausias March, Roig de Corella o Isabel de Villena. Hacia 1460 Joanot Martorell escribió el Tirant lo Blanch, una innovadora novela de caballería que influyó en numerosos autores posteriores, desde Cervantes a Shakespeare. También en esta época, entre los años 1499 y 1502, se fundó la Universidad de Valencia bajo el nombre de Estudi General.
Edad Moderna
- Valencia con los Austrias
A raíz del descubrimiento de América, la economía europea se orientó hacia el Atlántico en detrimento del Mediterráneo. Pese a la unión dinástica con Castilla, la explotación del Mediterráneo quedó en manos de la antigua Corona de Aragón, es decir, valencianos, catalanes y mallorquines, mientras que la conquista y explotación de América era un asunto exclusivo de Castilla. Frente esto, Valencia entró en una aguda crisis económica, que se manifestó pronto con rebelión de las Germanías (1519–1522), una revuelta social en contra de la nobleza que había huido de la ciudad ante una epidemia de peste en 1519.Los caudillos de la insurrección fueron cruelmente reprimidos por parte de la virreina Germana de Foix, lo que supuso la aceleración de la centralización autoritaria de Carlos I.
La crisis se acentuó durante el siglo XVII con la expulsión de los moriscos y judíos en 1609, los cuales suponían casi un tercio de toda la población del reino. El poder de la nobleza, cada vez más preponderante, provocó la ruina del país y la bancarrota de la Taula de Canvis en 1613. Durante la llamada Sublevación de Cataluña (1640-1652), Valencia colaboró con la causa de Felipe IV con milicias y dinero, lo que provocó un período de penurias económicas acentuadas por la llegada de tropas provenientes de otras partes de España.
- Valencia con los Borbones
La decadencia de la ciudad tocó fondo con la Guerra de Sucesión Española (1702-1709) que significó el fin de la independencia política y jurídica del reino de Valencia. Después de la Batalla de Almansa (25 de abril de 1707), Felipe V dispuso la derogación de los Fueros valencianos como castigo al apoyo que el reino había prestado a Carlos de Austria. A partir de los Decretos de Nueva Planta rigió en Valencia el Fuero castellano. La capitalidad del reino de Valencia pasó a Orihuela, como un ultraje a la ciudad. Felipe V ordenó que se reuniera la Audiencia con el virrey cardenal Luis de Belluga, quien se opuso al cambio de capitalidad dada la cercanía de Orihuela como centro religioso, cultural y ahora político a Murcia (capital de su otro virreinato y de su diócesis). Así, habida cuenta su odio a la ciudad de Orihuela a la que bombardeó y saqueó sin cesar durante la Guerra de Sucesión, abandonó el virreinato de Valencia como protesta ante Felipe V que finalmente devolvió la capitalidad a Valencia.
Con la abolición de los Fueros valencianos y el acomodo del reino y de su capital a las leyes y costumbres de Castilla, los cargos del gobierno municipal dejaron de ser electivos, y pasaron a ser de designación directa del monarca, ocupados a menudo por aristócratas foráneos. Valencia se tuvo que acostumbrar a ser una ciudad ocupada, con presencia de tropas acuarteladas en la ciudadela, que se encontraba junto al convento de Santo Domingo, y en otros edificios, como la misma Lonja, que fue un cuartel hasta el año 1762.
Edad contemporánea
- El siglo XIX
El siglo XIX comenzó con España encadenando guerras con Francia, Portugal o Reino Unido. pero fue la Guerra de la Independencia la que más afectó a tierras valencianas y concretamente a la capital.
En la Guerra de la Independencia española contra el ejército de Napoleón —también conocida como Guerra del Francés— la Primera Batalla de Valencia ocurrió el 28 de junio de 1808. Todavía se pueden ver los cañonazos en las torres de Quart y Serranos. La ciudad cayó en manos de las tropas bajo el mando del mariscal Suchet el 8 de enero de 1812 tras un largo asedio. La ocupación se prolongó hasta el final de la guerra en 1814. Tras la capitulación, los franceses impulsaron algunas reformas en Valencia, que llegó a ser capital de España cuando José I trasladó aquí la Corte en el verano de 1812.
Con la retirada de los franceses, el general Elío organizó una revuelta militar en Valencia que sirvió para reponer en el trono a Fernando VII e iniciar el sexenio absolutista (1814-1820). En los años siguientes, como consecuencia de la legislación sostenida por la Constitución española de 1812 que ordenaba la formación de ayuntamientos en todas aquellas poblaciones que rebasaran el mínimo de vecinos estipulado por la ley, numerosas pedanías próximas al núcleo urbano de la ciudad de Valencia en situación legal confusa se constituyen en municipios, entre ellas Ruzafa y el Grao.
Entre los años 1850 y 1851 Vicente Rodríguez de la Encina y Falcó de Belaochaga fue alcalde de la ciudad, también ocupó la dirección de la Casa de Beneficencia municipal, y fue promotor del Banco de Valencia (fundado en 1900) y director de la Sociedad Valenciana de Aguas Potables (fundada en 1846). Durante el reinado de Isabel II se concedió el título de duque de Valencia al general Ramón María Narváez, aunque simplemente era un título nobiliario sin jurisdicción alguna.
En la década de 1840 se introdujo la iluminación de gas y poco después comenzó el empedrado de las calles, una labor que se alargó durante varios años por la falta de recursos del ayuntamiento. En 1850 se instaló la red de agua potable y en 1882 se introdujo la energía eléctrica en la ciudad. En estos años se consolidó el crecimiento de la ciudad y se derribaron gran parte de las antiguas murallas.
En 1860 el municipio contaba con 140 416 habitantes. En 1858 los arquitectos Sebastián Monleón Estellés, Antonino Sancho y Timoteo Calvo diseñaron "el Proyecto General del Ensanche de la Ciudad de Valencia", que preveía el derribo de las murallas para permitir la expansión de la ciudad (se reprodujo una segunda versión en 1868). Ambos proyectos no obtuvieron la aprobación definitiva pero sirvieron como base para el crecimiento de la ciudad. A partir de 1866 se derribaron en su totalidad las antiguas murallas de la ciudad a fin de facilitar la expansión urbana de la misma.
Durante la Revolución cantonal de 1873, se articuló en el cantón federal de Valencia (proclamado el 19 de julio y disuelto el 7 de agosto), al que se adhirieron la mayoría de los municipios de las comarcas próximas. En 1894 se fundó el Círculo de Bellas Artes de Valencia.
- Siglos XX y XXI
Durante el siglo XX Valencia se mantuvo como el tercer polo demográfico de España, ya que a lo largo del siglo triplicó su población, pasando de los 213 550 habitantes del año 1900 a los 739 014 del año 2000. Del mismo modo, durante el siglo XX Valencia también fue el tercer polo industrial y económico del país, gracias a hitos tan importantes como la creación del banco de Valencia en el año 1900, el desarrollo del ensanche de la ciudad, la construcción de los mercados Central y de Colón, y la construcción de la estación del Norte de ferrocarril, la cual se finalizó en el año 1921. Además de esto, la Valencia del nuevo siglo se dio a conocer con un gran evento, la exposición regional valenciana de 1909, que emulaba las exposiciones nacionales y universales, celebradas en otras ciudades del mundo. Este evento fue promovido por el ateneo mercantil de Valencia, especialmente por su presidente, Tomás Trénor y Palavicino, y contó con el apoyo del Gobierno y de la Corona, ya que fue inaugurado por Alfonso XIII.
El 6 de noviembre de 1936 Valencia se convirtió en la capital de la España republicana a manos de Francisco Largo Caballero, presidente del gobierno. El 17 de mayo de 1937 el gobierno pasó a manos de Negrín, y el 31 de octubre de ese mismo año se trasladó el gobierno a Barcelona.
El 13 de enero de 1937 se produjo desde un buque de la marina italiana fascista el primer bombardeo oficial sobre la ciudad de Valencia. Desde este día, los bombardeos se intensificaron y se sucedieron en varias ocasiones, llegando al final de la guerra a los 442 bombardeos sobre la ciudad. Estos bombardeos dejaron 2 831 heridos y 847 muertos, aunque se calcula que la cifra de víctimas mortales fue mayor, ya que los datos anteriores son los reconocidos por el gobierno de Franco.
A raíz de la gran riada de Valencia de 1957 se construyó un nuevo cauce para el río, en el extrarradio de la ciudad, por lo que el antiguo cauce pudo reconvertirse en una zona lúdica y ajardinada. A comienzos de los sesenta comenzó la recuperación económica, y Valencia vivió un espectacular crecimiento demográfico debido a la inmigración y la ejecución de importantes obras urbanísticas y de infraestructuras.
Con la llegada de la democracia, el antiguo reino de Valencia se instituyó en comunidad autónoma, la Comunidad Valenciana, y estableció en su Estatuto de Autonomía que la capital fuera Valencia. Pese a esto, la noche del 23 de febrero de 1981 hubo una tentativa golpista, que en Valencia encabezó Jaime Milans del Bosch, la cual fracasó. La democracia propició la recuperación de la lengua y la cultura valenciana, aunque no se pudo evitar cierta crispación social en torno a los símbolos (conocido como la Batalla de Valencia).
Durante los primeros 25 años de democracia, Valencia ha sufrido un gran desarrollo, principalmente por obras tan emblemáticas como el Palacio de la Música, el Palacio de Congresos, el metro, la Ciudad de las Artes y las Ciencias, de Santiago Calatrava y Félix Candela, el MuVIM, el IVAM, etc. Gracias a estas obras, así como a la progresiva rehabilitación de la Ciutat Vella, cada día la ciudad atrae más y más turismo.
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